- Cariño no olvides recoger a James del colegio temprano, debes llevarlo al pediatra- Harry recogía todos los juguetes de su hijo y los iba depositando en la canasta. En aquellos momentos la casa era un caos, siempre estaba organizada y aseada gracias a la ayuda de las empleadas que había contratado Neville, pero aún no llegaban era demasiado temprano.
Draco se alistaba para ir al trabajo, mientras intentaba al mismo tiempo alistar a un muy dormido James que debía ir al colegio.
- Hijo abre los ojos, te estas cepillando la nariz- tomó una toalla y limpio la pasta de dientes del rostro de su pequeño.- Eso es... ¿Quieres que te cepille el cabello? Ahorraremos tiempo- aun muy adormecido abrió sus enchinaditos ojos y asintió con la cabeza a su padre.- Pfff.. Si mamá te ve así no dejará que vuelvas a quedarte después de las nueve...
- ¿Ya están listos? Bajen a desayunar- los llamó desde la cocina
- En un segundo amor... Ven aquí~ Vamos a desayunar con mamá- lo cargó en brazos y bajaron las escaleras.Al año de vivir en el piso de Draco llegaron al acuerdo de que buscarían una casa, un nuevo hogar que se ajustara a la vida familiar, un piso de soltero no era lo más conveniente para criar hijos o vivir en familia. Fue por ello que se mudaron a una bella casa espaciosa en el barrio de Kensington, al principio Harry no estaba muy convencido ya que la casa era realmente grande, con cinco habitaciones, cuatro baños, un recibidor, dos salas de estar, una cocina, dos jardines, terraza y cochera. Era muy hermosa y con todas las comodidades, pero aún así sentía que era un desperdicio comprar una casa de ese tamaño para vivir solo ellos tres.
Finalmente Draco logró convencerlo al asegurarle que era una zona sumamente segura, dónde su hijo podría crecer sin problemas, además de que las habitaciones extras serían de utilidad cuando los visitaran amigos o familia, claro que Draco solo lo dijo por decir, en realidad no quería que nadie los importunada. Pero lo que terminó por convencer a Harry fue:
- Bebé, que haremos cuando tengamos más hijos... Ellos querrán su propia habitación...
Y con esas palabras la discusión terminó.El desayuno estaba listo a tiempo. Dos tazas de Café calientes, una tarta de durazno, tostadas con mermelada, bollos de crema, cereal y leche. Harry se encargaba del desayuno y Draco de la cena. El almuerzo corría por cuenta de Flour la empleada doméstica.
Volver a trabajar fue una de las cosas más emocionantes y atemorizantes para Harry. Amaba su profesión, amaba su trabajo y haberlo tenido que abandonar fue una de las decisiones más difíciles de su vida. Cuando Malfoy sacó el tema y lo alentó a volver estaba más que feliz, saber que su pareja lo apoyaría y lo ayudaría con James le daba la confianza necesaria, sin embargo pensar en dejar a su hijo medio día solo en casa, simplemente le estrujaba el corazón.
Fue entonces cuando se decidió que solo trabajaría medio turno en la mañana, mientras James asistía al colegio inicial.- Cielos se nos hará tarde...
- No desesperes amor...- un besito de buenos días fue depositado en sus labios, seguido de una caricia en la espalda- Ya estamos aquí, fue difícil, James limpió minuciosamente todo su rostro con pasta dental- el omega lo miró sin mucha gracia.
- ¿Otra vez? Eso es peligroso... Podría entrar en sus ojos... Ven aquí cielo- comenzó a revisar su rostro y Draco no pudo evitar soltar una pequeña risa- ¿Qué es divertido?
- Te ves como toda una mamá leona preocupada por su cachorro, eres adorable- se acercó a el para abrazarlo
- Mmm... ¿Estas celoso? Apuesto a que quieres algo de atención de esta mamá leona...- estaban muy acaramelados y a punto de besase.
- Mami quiero leche y cereal- James estaba medio dormido, pero en cuanto ponían comida frente a él todo lo demás se desvanecía.
- Claro cielo- se separó inmediatamente- Come despacio, aún tenemos tiempo
- Oye yo quiero mis besos...- estiró sus labios para que Harry terminara lo que habían empezado pero solo recibió una taza de café frente a su rostro
- Se nos hace tarde
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Prófugo
FanfictionHarry ha desaparecido, no hay rastros, no hay pistas y tampoco señales de forcejeo. La peor pesadilla de Draco se ha vuelto realidad, su familia lo abandonó. Deberá hacer hasta lo imposible por recuperar lo que ha perdido, a su amado omega y junto...