Prófugo

19. Cumpleaños

Decorar la casa en las fiestas se había vuelto una tradición. Siempre con temáticas se compraban los globos, banderines, el pastel, las servilletas y por supuesto las invitaciones.
Era una linda tradición familiar que habían adquirido luego de los cumpleaños de James, se sentía bien hacer completamente especial el día para el festejado, en este caso los festejados.

- Si madre, puedes traerlo, pero no lo presentes como tu pareja, ni siquiera yo puedo acostumbrarme a esa idea.
- ¡No le haga caso suegra, por favor es más que bienvenido!- se oyó gritar al Omega que salía de la otra sala.
- Si es Harry, te dejo madre esta cargando cajas... Lo sé, ya se lo he dicho. Cuando vengas habla con él, a ti te escucha más, bien adiós.
- Oye no me expongas con tu madre
- Dame eso, ¿Qué te he dicho sobre cargar cosas pesadas?- tomo en sus manos las cajas con papel picado que llevaba su esposo- Oh es papel picado...
- Lo ves, eres un exagerado, se que no debo excederme, yo si hago caso.
- Eso no es... ¿Qué es todo ese escándalo?
- Tus hijos... Deben estar en la puerta, ¿Puedes abrirles amor?

Caminó hasta la entrada y en efecto, eran sus pequeños revoltosos que estaban de vuelta del colegio con el chofer. Abrió la puerta para recibirlos.

- ¡¡¡Papi!!!- dos pequeñas cabecitas rubias saltaron encima de él y se treparon hasta estar casi sobre su cabeza.
- Están muy enérgicos esta mañana ¿Repartieron sus invitaciones?
-¡Siii! Invitamos a toooodos- Scorpius era el más charlatán de los dos, siempre respondía antes que su hermano, Severus prefería solo sonreír y seguir a su hermano.
- ¡Hola papá!- James se sumó al abrazo aunque no de forma tan salvaje.
- Hijo, ¿Cómo te fue en la escuela? Tus hermanos dicen que invitaron a todo el mundo. 
- Jajajaja es cierto, iban invitando a todos por el camino, creo que se llenará la casa.
- Entonces tendremos que esforzarnos más, vamos adentro, hay que ayudar a mamá.

El cumpleaños de los mellizos era todo un acontecimiento, ya que ellos se robaban todas las miradas y la atención. Eran muy parecidos a su padre, pero tenían los bellos ojos de su madre, a la inversa de su hermano mayor, a quien adoraban con locura, lo seguían a todas partes y no se querían separar de él.

- Amor, no encuentro las velas...
- Hola mami... ¿Quieres que te ayude a buscarlas?
- Oh cielo, ven- extendió sus brazos para que James lo abrazara- No te oí llegar, ¿Cómo te ha ido en la escuela?
- Muy bien, saqué una buena calificación en deportes
- ¡Eso es genial cariño!, estoy muy orgulloso. Cuéntale a papá, que te dé un obsequio por tu esfuerzo- le guiñó el ojo en un gesto cómplice. 
- Pfff está bien, ve a sentarte yo busco las velas...
- No amor ve a cambiarte, debes estar cansado, sube a darte un baño y baja a la fiesta
- Bien, te amo ma
- Yo también te amo mi cielo
- ¡Mamiiiiii! Ma Ma Ma...- un pequeño terremoto de dos llegó corriendo hacia los brazos de su madre.
- ¡Mis bebés ya están en casa! Vengan, me sentaré en la sala para poder besarlos bien.
- Harry... No los cargues, no debes hacer esfuerzo...- gritó Draco desde el jardín
- ¡Claro que no cariño!- se acercó para susurrarle a sus hijos- vengan no escuchen a papá.

Su vientre no era tan prominente cómo en su anterior embarazo, la pequeña Luna ocupaba mucho menos espacio y era por ello que todos estaban preocupados. Incluso el obstetra le había recomendado mucha precaución, ya que a los treinta y ocho años no era la edad ideal para dar a luz. Aun así Harry seguiría adelante con el embarazo, aunque sería el último, Draco no permitiría que pusiera en riesgo su salud.

- No peleen, despacito, siéntese uno de cada lado de mamá...- Harry era la luz para sus hijos, lo amaban con locura y siempre estaban a su alrededor, papá era para los juegos y la diversión, mamá era para las caricias, las charlas, los cuentos y los abrazos.- Hoy vamos a tener una gran fiesta, quiero que disfruten mucho ¿Si? Pero deben ser buenos niños... oh- los mellizos eran por completo unos terremotos, por dónde pasaban dejaban un gran desastre, sumamente escandalosos y activos, pero sabían darle amor a su madre y hermana, siempre se controlaban y calmaban a su lado, eso gracias a las enseñanzas de su padre, quien siempre les inculcaba el respeto y el amor por su familia.