Declaración escénica (Parte 1)

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Ryu Romero.

El chico estaba sentado escuchando a la maestra frente al auditorio, ella decía en qué consistía la actividad de hoy:

—Deben pasar aquí, agarrar de la taza una palabra y explicarla sin decirla. Al terminar nos dirán cuál fue — Tras ello abandona el lugar para sentarse.

Ryu pasó primero, no era entusiasta de dicha idea más sentía que era su momento de tomar la iniciativa, ¿qué tan difícil sería hablar sobre una palabra?, pasa al escenario donde la maestra dejó la taza en medio, dentro de ella muchos papeles blancos, doblados para no saber su contenido. Agarra la primera hoja que ve, la desdobla sin ganas, siente que mejor si les hubiera dejado la oportunidad a los demás de iniciar. Lee la palabra y se sienta en la ubicación centro- centro, esta semana también se habían juntado para una clase extra con el padre de Alicia, quien les dijo las nueve posiciones del escenario y sus grados, el chico había tomado las notas necesarias llamándole la atención iniciar la acción desde en medio. Mirando de frente al público, pero con una mirada desdibujada, como mirando a todos y a la nada al mismo tiempo, antes de comenzar se aprieta ambas muñecas como con vergüenza por lo que va a decir, aunque no supiera de ello había realizado la llamada soledad en público e iniciado desde la posición cero: — Saben, es algo que yo siempre quise de niño para mí, pero no por ser egoísta. Cuando me veía en el espejo me decía "¿por qué eres tan raro?" Mis ojos siempre han sido así, no puedo hacer nada para que cambien, no obstante, de niño siempre eran motivo de burla. Me decían Taka taka, amarillo, chino, que abriera los ojos. La gente esperaba que por mis rasgos fuera un chico aplicado, aún los maestros. ¿por qué tenía que llenar sus expectativas por el simple hecho de parecer algo de lo que nunca me he identificado?, ¿Por qué busqué tanto esa palabra? Esa palabra está en boca de todos, en los niños y sus valores inculcados, en los grandes y sus tácticas para no propagar las transgresiones, en los mismos que ahora son mayores, que son otros típicos José, Jesús y María; que no sufrieron lo mismo de aquellos que destacaban en el físico, que fueron discriminados por ellos por el hecho de ser diferentes. Algo que enserio me enoja y siento que si de verdad quieren predicar dicha palabra, primero tienen que concientizarse que no es un eslogan, no es una propaganda, es la única forma de ser todos tratados con la misma medida, es la forma en que podemos estar en armonía y donde no discriminen a la gente por ninguna circunstancia. Por ello, nunca debe ser tomado a juego. Ni siquiera para un ejercicio como éste. No es igualdad ni respeto, es algo mucho más sencillo. Es sólo aprender a no lanzar la primera piedra. Ni a ti ni a los que te rodean.

Aunque nadie puede ver lo que está escrito en el papel el chico lo sostiene frente de ellos, con pluma y mala letra puede leerse "paz".


Elías Medina.

Cuando Ryu terminó de hablar no hubo aplausos, los chicos estaban enmudecidos, preguntándose si lo hizo de manera correcta o sólo desahogó sus corajes.

La maestra, quien entonces estaba respondiendo mensajes no le puso atención, se dedicó únicamente a decir: — pase el siguiente.

Elías se levantó aún ante el aturdimiento, tocó el hombro de Ryu y le dijo: — Lo hiciste bastante bien, amigo.

Estando en el escenario tomó el papel y tras leerlo quedó perplejo, eso era de herreros pensó, seguido trató de improvisar algo: — No hay tiempo ni fecha para el relato en cuestión, lo único que debemos prestar atención es la historia del chico de metal. El chico tenía dos aleaciones, dos metales diferentes que sí bien eran capas separadas estaban juntas la una a la otra, con una notable descompostura. El chico de metal no era nada extraordinario, era como cualquier otro, tomaba aceite y escupía humo como todos los demás a su edad. En realidad, nadie lo reconocía del resto, hasta que un día el estrés lo fundió. Era ahora una cosa amorfa con los metales unidos y, aunque siga siendo chico, en el fondo, desde ese proceso siente que ahora todo es diferente a su alrededor.

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