¿Quién es el hombre de mis sueños? [The Sandman I ]

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20. Vínculo.

*Contenido explícito, por lo que si no es de tu agrado, espera el siguiente cap*

—Me gusta—Tan solo oírlo decir eso entre mis labios, de esa forma pausada, ronca, susurrante y ansiosa, hizo que mis piernas temblaran alrededor de su cadera.

Pues segundos antes me había alzado en el aire, me sostuvo entre sus brazos, con ferocidad. Y yo coloqué los míos alrededor de sus anchos hombros, aferrándome a él porque sentía que en cualquier momento me desvanecía.

Sus manos entraron por debajo de mi vestido con facilidad, sus dedos subiendo, recorriendo cada centímetro de mi piel, y está en cambio lo recibió con calidez.
Acariciaban titubeante mis piernas, subiendo por mis muslos, pellizcándome un poco, haciéndome arquear.
Continuo hasta llegar a mi abdomen hasta trazar círculos en el, volviendo a bajar hasta la altura de mi ropa interior, apretando mis muslos con ansias. Mi pecho subiendo y bajando rápidamente con mi pesada respiración. Note que estaba algo nervioso pero más lo estaba yo por su tacto en mi piel sensible me hacia estremecer.

Junto más su cuerpo al mío. Y fue como si nuestras pelvis encajaran perfectamente. Hice que se quitara su gabardina dejándola caer en el suelo, dejando solo a la vista su traje negro de botones dorados. Lo tomé con más fuerza del cabello haciéndolo puñado en mi mano debido a las fuertes sensaciones que estaba provocando en mí. Como si me quemara, iniciando un incendio por mi piel.

Arquee aún más la espalda por la fuerte corriente eléctrica que pasaba por mi cuerpo. Justo en cuanto sentí su bulto entre mis piernas. Creando un tenso nudo en mi vientre. Ardía y palpitaba en respuesta.

Recuerdo cuando lo conocí, desprendiendo sombras a su alrededor, oscureciendo todo para solo emerger él dentre la oscuridad. Brillando como una estrella en una galaxia oscura y lejana. Estaba tan claro que él era el único para mí. Ambos lo supimos desde el primer momento. Desde el primer contacto visual, desde la primera interacción. Desde el primer susurro hasta el último suspiro. Él, magnético, eléctrico, perfecto y todo el mundo lo sabía, cada vez que entraba a un lugar, las cabezas de todos volteaban a verlo, todo el mundo se detenía para admirarlo, para darle devoción en silencio. Un ser híbrido, una mezcla de tonos azules y oscuros formando un hombre que no podía contenerse a sí mismo de su magnífico encanto. De ser un Sueño, un divino sueño, dulce y eterno.

Se me escapó un gemido entre suspiros y él pareció enloquecer, suspiró frustrado al escucharme. Se había desatado algo que compartíamos, y no lo sabíamos.

Me había marcado, me había escogido de entre todo. Me había flechado. Y aún no era suficiente para él. Porque quería todo de mi, cada partícula, cada átomo de mi ser lo quería. Sin saber que yo ya le había entregado todo, todo era suyo. Le pertenecía. Y no, no me había arrebatado nada, se había convertido dueño de mis sueños. De mis deseos y de mi corazón. Porque nada ni nadie más que él podía tenerlo en sus manos.