Capítulo 5

277 50 10
                                    

-Pero bueno, iremos a ver aVegas, primero queríamos reunirnos todos. - Habló Porsche.

-Vale, no contaban con que vendría verdad.

-No. - Contesto Kinn bastante tranquilo mientras cargaba en sus brazos a May, esa escena era algo totalmente sub real para mi. - Yo no esperaba que en serio vinieras. - Me señaló Kinn. - Después de todo es Vegas.-Eso fue con doble sentido y lo sabía.

-Y después de todo el sigue siendo mi familia. - Ataque.

-Bueno ya vamos. - Interrumpió Porsche. - Dame a May, Kinn. - Kinn le paso al niño que automáticamente abrazo su cuello apenas estuvo en sus brazos, todos se subieron a los coches preparados y Aií y yo nos subimos al nuestro.

-No me gusta estar aquí. - Le confesé una vez solos.

-Lo note, podríamos buscar un hotel y no tendrías que verlos tanto. - Su propuesta era tentadora, en verdad era tentadora sin embargo irne era admitir algo ue yo bo deseaba admitir y era que me afectaba mi familia.

-No, yo puedo. - Llegamos a la clínica donde estaban los médicos de nuestra confianza desde siempre y fuimos a una habitación en el quito piso, esoere a que todos entrarán para al fin pasar.

El espacio de la habitación me dejo al descubierto pronto y mis ojos se encontraron con sus dos lindos ojos.

-Miren a quien me trajo la marea. - Su voz sonaba igual que siempre , igual de profunda y encantadora.-Primo cómo estás.

Y quizás fueron esas palabras las que ordenaron mis prioridades de nuevo, quizas fue eso lo que me despertó de pronto de aquellos cinco minutos de vacilaciones.

-P'Vegas. - Saludé.-Supe lo de tu accidente.

-Gracias por venir y quien es el. - Señalo a Aií.

-Soy Aií, su esposo. - Aií se presentó y Vegas me miró antes de sonreirle y darle la mano.

Junto a Vegas estaba sentado Pete y ajeno a cualquier mirada yo solo podía tener envidia, por cómo el sujetaba su mano entre las suyas....

El miedo qur tanto había tenido se hizo realidad, el miedo de verlo y que todo ese sentimiento regresara al fin me alcanzo y yo intentaba ser fuerte para aceptar que ya no era ni mi tiempo, ni jamás fue mi lugar un puesto junto a su mano......

RESILIENCIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora