Capítulo 33

127 20 3
                                    

Estaba haciendo terapia y tras casi un mes de ellas sin ningún avance favorable tenía unas inmensas ganas de rendirme, de no esforzarme si quiera por mover algo.

El médico me animaba, pero en verdad a mi poco o nada empezaba a importarme el tratamiento.

-PUTA BOMBA DE MIERDA. - Me queje gritando.-Ya no quiero. - Aií habia entrado a verme llorar. - Ya mme canse de intentar ya no quiero.

-Mi amor. - Aií quiso abrazarme y lo aleje.

-Quiero ir al cuarto. - Me ayudo a ponerne en la silla y yo la conteole hasta el cuarto. - Ya no voy a volver a hacer esos estupidos ejercicios, no me voy a sanar, ya me doy por vencido.

-Dijiste que no te rendirías.-Yo vi a Aií.

-No eres tú el que está postrado a una silla así que calladito. - Me quejé. - Soy yo el que está postrado a ésto, soy yo el que ni siquiera puede tener intimidad con su esposo por que no me puedo mover.

Era cierto y aún que Aií intentaba no tomar en cuénta que no pueda moverme pues siempre era la mosma historia.

-Oye, estaremos juntos en las buenas y en mas malas, lo recuerdas. - Me dijo abrazándome. - Pienso que es hora de irnos de aquí, de que pienses en algo más, que volvamos a casa o vamos a Cabada donde mis padres.

-Si sería bueno, pero yo no voy a salir de aquí sin antes cobrar el precio por mis piernas.

-¿Precio? ¿Ahora a que te refieres Wik?.

-A que no me voy a ir de aquí hasta matar al cabron que me hizo ésto.-Aií me miro asustado y era cierto no iba a poner un pie fuera de ésta casa sin que corriera sangre y sufrimiento primero.

RESILIENCIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora