Capítulo 20

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Hola lectores bellos, quiero disculparme si los anteriores capítulos no tuvieron una buena redacción o no se entendieron o no fueron muy de su agrado, espero que está historia les siga gustando, y nuevamente gracias por sus votos recuerden que son importantes al igual que sus comentarios.
❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Pov.... Vegas.

Kim me dejó agotado mentalmente, ese beso termino de derribar todo gramo de cordura que me quedaba.

Volví a buscarlo una ves más en la planta baja pero me detuve, el parecía brillar más que otros días, parecía haber olvidado el dolor en segundos, estaba abrazando a su esposo de manera cariñosa y se veia bien.

Busque con la mirad a a Pete, quien estaba con Venice, bastante distraido para darse cuenta de mis vacilaciones, yo quería a Pete, habíamos pasado por mucho para estar juntos , pero si volvía a mirar y encontraba aquellos ojitos de Kim el pasado y mi amor por el regresaban, podía olvidarme de Pete, pero al parecer Kim no podía olvidarse de Aií al verme.

Yo había aprendido a darme por vencido, aprendí cual es mi lugar cuando sus ojos se iluminaron por alguien más, aprendí que si el amor podía doler yo tenía que ser Resiliente.

Si sus brazos no me abrazarian, ni sus ojos me iban a mirar como a Él....

Quizás era mejor mantenerme lejos.

Suspiré y me sente lejos de todos.

-Es duro tardar tanto tiempo en notar que amas a alguien ¿verdad Vegas?. - Porsche dijo eso y se sento a mi lado.

-Porsche, por que algo en ese comentario me dice que tu sabes cosas que yo no te conté.-Le mire.

-Hablas de tu anterior relación con Kim.-Puso una sonrisita. - Supongo que yo se cosas.

-Por que me duele tanto verlo feliz.-Me queje.

-Por que no es contigo, por que te arrepientes quizas. - Volví a mirarlo, y su mirada se encontró con la mía y no la evadió me sonrío un poco y regresó a mirar a otro lado.

-¿Crees que pude arreglarlo?. - Porsche solto una risita.

-Supongo que si, ninguna relación está tan rota como para no haber remedio.

-Quizas lo suyo. - Le dije señalandolo a el y a Kinn. - Pero la mía con el.

-Pues la tuya, lo arruinaste tu y  ahora es feliz. - me sujeto el hombro. - Tendrás que resignarte a no ser tu.

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