Capítulo 24.

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Les avisaré con tiempo que este capítulo estara algo fuerte pero cortito....

Y que los amo y no se olviden de comentar y votar.
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Pov... Aií.

Cuabdo Wik abrió los ojos de su desmayo yo ya había empacado todo, nos iriamos, lo sacaría de un lugar como éste, me canse de verlo sufrir, de que lo lastimaran, no lo quería así.

Yo quería que mi wik volviera a sonreir y a ser ese ser de luz que ilumina mi vida y mi alma siempre.

-Aií. - Susurró.

-Mi amor, cómo te sientes. - El me sonrío tranquilo y yo me acoste a su lado acomodando su cabello y verificando que este en verdad bien, con tanta práctica en sus desmayos sabía si sucedía algo grave.

-Bien, solo me desespere un poco. - Sonreí al no verlo tan mal.-Me desmaye por las emociones encontradas mi amor. - Me explico.

-Nos iremos Wik, ya hice maletas y tu familia sabe que nos vamos, te voy a llevar a casa. - El asintió sentándose y me sonrío.

-Vamos entonces. - Pase mi brazo por su cintura mientras llevaba la maleta en la otra, al bajar todos estaban reunidos.

-Hola familia , ya nos vamos fue agradable verles. - Se despidió de todos yo solo me incline.

Pov... Wik.

Mi familia estaba molesta por mi partida, lo sabía pero al subierme al carro me sentí más tranquilo al saber que iría a cssa.

Pusimos música con Aií e ibamos cantando, mis ánimos habían aumentado mucho.

No quería acordarme de Vegas, Tenía el esposo más amoroso y sensato que al primer error o molestia siempre sabe como rescatarme.

Si en los cuetos los príncipes ayudaban a las princesas, y si yo seguía esa conjetura entonces Aií era mi príncipe y yo su princesa, por que no había nadie que se comparara a el, nadie se conparaba al amor de mi vida.

Iba arrimado al vidrio y cuando vi por el espejo del retro una luz roja bajo el carro.

-Frena enseguida . - Le dije asustado.

-¿Qué pasa?. - Suspiró.

-Frena. - Aií iba a frenar y la luz parpadeo rápidamente cuando yo conté eso y el carro freno lo único que hice es quitarme el cinturón y cubrir a Aií con mi cuerpo, no recuerdo nada más que el haberme sujetado del asiento.

Cuando volví a abrir los ojos seguiamos dentro del carro pero no me sentía nada bien tenía presión en mi espalda, me dolia la cabeza.

-Aií. - Sujete con mi mano su cara.

-mm...-me vio.-Estás sangrado. - No tardo mucho en el que todo se pusiera negro de nuevo.

Lo último que recuerdo es la ambulancia, tenía miedo de lo mal que me sentía.

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