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Todo pasó demasiado rápido. 

Fue como una pesadilla para Gerard sentir que toda esa multitud se venía contra él como una avalancha, y que de no ser por Max, habría sido aplastado. Un ataque de ansiedad le llenó el cuerpo cuando estuvo fuera del lugar, pero no pudo prestarle atención, ni siquiera pudo llorar porque la policía estaba detrás de todas esas personas que habían asistido al bar clandestino, arrestando a todos los que agarraban. 

—¡Cassey! —gritó buscando a su amiga con el castaño empujándolo a un callejón para que pudieran esconderse. 

Sentía miedo, sentía angustia, sentía desesperación, un cerdo ya los tenía en la vista y no encontraba a su amiga por ningún lado. Debía correr o terminaría como aquellos drogadictos con las esposas en las manos sujetadas. Todo en esa noche había salido mal, pero la mayor parte de la culpa era de aquella castaña que se había metido en una pelea con un hombre porque besó a su novia con descaro en su cara. 

En resumen, tanto él como Max querían tranquilizar al calvo que ya estaba apretando los puños para irse en contra de Ary que sólo se burlaba a sus espaldas. Cassey en cambio trataba de llevarse a su amiga fuera del sitio intentando ayudar, pero la castaña había inhalado otro poco de cocaína logrando que estuviese más alterada y agresiva que de costumbre. 

—¡Ya vámonos! —volvió a jalarle el brazo a Gerard para que reaccionaran.

Corrieron unas calles lejos. 

Cassey, por su parte, tenía mucha suerte. 

Había escapado con su amiga antes de que todo el alboroto en el lugar comenzara, así que cuando logró estabilizar a Ary le hizo una llamada al pelirrojo para preguntarle cómo y en donde se había quedado. Ninguno de los tres pudo ir a trabajar al burdel.

***

Gerard durante toda la noche intentó sopesar los acontecimientos que había presenciado horas atrás, pues si bien había logrado fumar un poco de hierba, nunca había visto a Ary de esa forma antes, y a Cassey no parecía sorprenderle. Para él la cocaína ya era otro nivel y no creía que pudiera hacerlo en algún momento de su vida, pero estuvo a punto gracias a la presión social que la castaña estaba ejerciendo sobre él. 

Después vino la pelea. 

En su trabajo ya había tenido que arreglárselas con algunos cuantos hombres que habían intentado tomarlo a la fuerza, y eso le ayudó a formar su carácter, siempre y cuando estuviera metido en el papel de Party. Sólo en ese momento todo parecía ser distinto. 

Sin embargo. al ser sólo Gerard, como había decidido ir a ese lugar, volvía a ser el mismo chico introvertido que sólo observaba su alrededor y después actuaba como pudiese. Por eso había tenido mucho miedo, por eso no podía ponerle un alto a Ary antes de que todo se descontrolara. Se arrepentía de ser así, de no poder concretar su forma de ser en una sola persona y de estar defectuoso emocionalmente. 

No pudo dormir bien. Ahora estaba tratando de comer el desayuno que su madre le había dejado para que lo recalentara junto a una nota donde le decía que lo amaba.

De repente sintió que su bolsillo vibraba y sacó el teléfono leyendo un "Cassie" brillante en la pantalla.

—Hola.

Gee, ¿Podrías venir al parque?

—¿Ahora? ¿Estás bien?

Por favor Gee, siento que desvanezco.

El pelirrojo frunció el ceño y colgó diciéndole que llegaría lo antes posible. Sólo agarró sus llaves, se colocó una sudadera y metió algo de dinero en su pantalón. Prácticamente había corrido hasta ese lugar. Había escuchado la voz de Cassey tan rota que un escalofrío le recorrió la piel. Ryan estaría en su departamento, así que le envío un mensaje para mencionarle la situación por si necesitaba apoyo.

I'm (not) okayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora