Sentir. 23

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 Alice, estaba frustrado se supone que él es un demonio muy fuerte, pero su bebé al parecer lo superaba en gran escala, esa noche sentía como si dentro suyo estuviese jugando algún tipo de partido, su bebé lo pateaba y pateaba en todo su vientre, no es como si fuese en un solo sitio, se  movía por todo el lugar dando golpe tras golpe, evitando que él pudiese descansar, se sentía agotado y aunque suene increíble quería llorar, pero se negaba a hacerlo él es muy fuerte, por eso a llegado hasta donde ésta, un demonio que ni siquiera a nacido no le va a ganar y mucho menos llamara a su esposo, no eso nunca él siempre se mostraría fuerte para Iruma-sama, él lo conoció fuerte y él debe seguir así, por lo que sin importar el dolor, la incomodidad él no lo llamaría, aguantaría todo, por que él puede, lo va a lograr, pero de verdad duele mucho y se encuentra muy agotado, al punto de que sus emociones quisieran salir, pero él no las dejará, él es fuerte.

Iruma, se  despertó al sentir la incomodidad de su pareja miro a Alice que se notaba que hacía un gran esfuerzo por no quejarse del dolor que su pequeño demonio le estaba ocasionando, se sentó en la cama y Alice lo miro apenado por haberlo despertado, sonrió y le beso en la frente, se levanto y fue a calentar agua en la bañera y ponerle sales relajantes, al terminar regreso donde Alice y comenzó a desnudarlo, él no decía nada y estaba seguro que era por no soltarse a llorar de inmediato, lo tomo en sus brazos y luego de que se desnudara asimismo con magia entraron a la bañera, Alice suspiro al sentir el agua tibia en su cuerpo, Iruma, comenzó a lavarle la espalda, masajeando sus hombros, espalda, luego paso a su vientre donde lo acaricio con cuidado, luego de un rato Alice estaba relajado por lo que le penetro y con calma le hizo el amor, luego de haberle dando a su bebé su fuerza, él bebé se quedo dormido y por lo tanto el vientre de Alice, por fin se calmo, salieron de la ducha, donde seco a Alice lo vistió y lo recostó en la cama, luego hizo lo mismo con él y se recostó abrazando a su esposo, Alice suspiro relajado dejándose llevar por el sueño, por fin esa noche descansó. 


Uno cortito.

Eres mío desde el primer momento que te vi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora