~Un viaje en el tiempo~(goldric)-(hundric)

~Ganas, corazón y sangre..Para esto?P2~

El Guardia Dorado/Hunter/

Siempre es duro. Es duro conmigo. Pero siempre logro recuperarme. O, al menos, físicamente, ya que mentalmente, es casi irreversible. Mi ultima "prueba" fue acerca de los sentidos. Me puso una venda alrededor de mis ojos, luego me llego a una habitación oscura donde me enfrentaría con una bestia muy silenciosa. No note su presencia hasta que me tiro al piso, rasgándome el traje y la piel con sus garras, también tenia forma de serpiente pero con patas delicadas, esa era su debilidad. Sin embargo, no lo reconocí a tiempo. Perdí contra esa criatura, no la mate. No podía. Así que me quedé sin cena, ya que la criatura, además de ser peligrosa, también era deliciosa. Uno de los platos "preferidos" del Emperador Belos. Resulta que yo le estaba cazando la cena, y fallé. Mientras Erlik se reía de mi cada vez que me golpeaban. Si, como siempre, no me dejo ir a la enfermería, nunca entiendo el porque. Espero que algún día me enseñe a curarme, así no tendrán que llevarme a la enfermería de urgencias, ni al hospital. Aunque, si no hubiera estado tan mal ese día. No habría conocido a Edric. Es muy, muy raro que el y yo nos conociéramos en un lugar donde la gente cuando esta en mal estado, es casi como un mal presagio. Pero no me importa, estar junto a él vale cada segundo. Y no me importa salir lastimado después de vernos, tu sonrisa lo vale. Tu cuerpo la vale, y espero que algún día tu y yo podamos "conocernos" y así poder tener hijos... Se que al final esta mal que me ilusione tanto, pero eso no me importa ahora. Porque el dolor que tengo ahora, en mis brazos rasguñados o en mis costillas heridas, no importa si pienso en Edric  o en mis amigos. Como Henry, ase un buen tiempo que no lo veo, podría salir a buscarlo, sin embargo, el dijo que buscaría a su hermano, por lo que, si esta haciendo eso no quiero intervenir en sus relaciones. 

—Ey!, Guardia Dorado!, el Emperador Belos quiere hablarte— Odio a Kikimora. 

—Ya voy— le susurre, luego que ella cerrara la puerta de un portazo. Ella siempre lo ase, no se porque mierda, pero el día de hoy ese sonido no dejo de sonar en mi cabeza, es casi como un temblor interno, maldita sea, duele. 

(...)

Colores apagados, puertas grandes y muchos guardia, eso es siempre lo que veo por los pasillos del castillo. Últimamente, lo estoy sintiendo diferente, antes caminar por aquí era como caminar por el mas sagrado de los caminos, como el día en el que me nombraron Guardia Dorado, pero ahora, es vacío y frio, la mayo parte del tiempo tengo miedo, pero me eh acostumbrado a guardar mi sentimientos para mi. De todas maneras nadie me lo pregunta. Siempre con la mirada al piso, cuando estoy en el castillo, sin embargo, a veces tengo motivos para ver en alto. Pero ahora no es una de esa veces, estoy frente la puerta del Emperador Belos. Eso es lo único que no cambia, siempre es malo estar aquí parado, pero es mi deber y por ende un honor.

—Emperador Belos— aviso mi presencia al llamar la atención de mi tío, me pongo de rodillas—¿Qué desea señor?—

—Guardia Dorado,—Inicia— espero que el fracaso de mi cena no se vuelva a repetir... Pero esa no es la razón por la que hoy quiero verte.  Tengo noticias para ti, —Hace una pausa, como pensándolo dos veces antes de decir algo erróneo— Tu "compañero", ese chico bajito y rubio. Nos ah tenido que dejar , no lo volverás a ver Hunter. Y antes de que me interrumpas. Necesito que entiendas algo— Él se pone de pie y se acerca a mi, mientras camina deja su mascara en su trono. Me hace una seña con la mano para que yo también me ponga de pie. 

Cada vez que se acerca demasiado a mi es por algo malo, no me imagino que es lo que me va a decir. Pero seo lo que sea, espero que sea rápido. Él se pone a mi altura, mientras yo me muero del miedo, me va a dar un ataque de pánico y si eso paso dudo mucho que alguien hago algo. Bajo mi mirada al piso, así él no vera mi miedo.—Recuerdas esa colina, recueras esa fruta que estaban disfrutando, o no recuerdas el cabello verde que tengo tanto veías. También recuerdas que no te importo para nada mis ordenes con tal de salir con el joven Blight. Estoy seguro de que si. —Fue suficiente mencionar al " joven Blight" para que todo mi cuerpo de tensara, como pude ser tan idiota, mire a los ojos al Emperador Belos, y me arrepentí al instante.