~Un viaje en el tiempo~(goldric)-(hundric)

~Ganas, corazón y sangre ... Para esto?P1~

El olor es repugnante, la gente se ve extrañamente sospechosa y por si fuera poco ya encontré la oferta de "estimulantes". Yo se que nunca, en mi vida, voy a tomar el camino correcto, solo tomare el comprensible a mis ojos. Espero que eso nunca cambie. Me considero un brujo que, por mas que lo intente, no puede encajar en ningún lado, ni en mi casa, ni en la escuela y menos en las Islas hirvientes. Vamos, no estoy exagerando ya que, para algunos vivir aquí es una maravilla, lo se porque veo a Luz, ella no encajaba en su mundo y por alguna razón ella llego aquí y de la nada, ella encajo perfectamente con, casi, todos nosotros. Tal vez yo pueda hacerlo también, irme a otro lugar, conocer a mas gente, a mi gente y tal vez ser amigo de mas de una persona. Solo que no puedo, es imposible, no se si en el futuro llegare a ser alguien, no se que pasara después de tomar estas drogas que tengo en mis manos, solo espero que esta "etapa" pase lo mas rápido posible. Me paro al borde de un acantilado, para ver mejor las aguas de este "hermoso e inexplicable lugar", me siento al borde con mis piernas colgando y antes de tomar lo que tengo en mamo, desvió mi mirada para el bosque que tengo a mis espaldas, apareciendo ese color naranja que tanto me encanta. Volviendo mi vista al frente, veo el atardecer y las estrellas que mas arriba logro ver. Dicen que las personas mas alegres son en realidad las mas lastimadas, yo puedo confirmarte eso y mucho mas. Cuando estoy acompañado, siempre tenemos que fingir una sonrisa, Emira y yo, pero me di cuenta que, si yo fingía era por los demás y no por mi, quería marcar mi imagen y que así se quede o al menos sé que así me recordaran. Pongo en mis manos todas las drogas que compre y al hacerlo puedo oler las, son asquerosas. Las acerco a mi boca lentamente mientras que con la otra mano tapo mi nariz, ya cuando las podía sentir en mis labios escucho una voz masculina, un grito que me espanto terriblemente, haciendo que todo lo que en mis manos estaba se callera al mar hirviente.

-Vamos, Clark! No seas tan necio! volvamos a la casa del árbol y descubramos que carajos hará Erlik para aniquilarnos!- Grita un chico rubio que vestía un traje de guardia, solo que este estaba muy sucio y también pude observar que ambos jóvenes llevaban fruta y restos de pastelitos, cargándolo entre sus brazos.

-Henry, te lo juro, vi a nuestro padre comprando drogas, cerca del mercado negro!- Exclamo Clark, si efectivamente ya los conocía, a los dos jóvenes que son hermanos pero por alguna razón están peleando y fuerte.

Estaba apunto de irme, hasta yo me puse de pie para largarme de ahí e ir con Emira. Sin embargo, sabia que debía hacer algo para detenerlos pero no me siento con ganas de hacerlo, no quiero hacer nada y menos ayudar a la gente cuando ni me puedo ayudar a mi mismo. Ya de pie, agarro mi bolsa y la pongo alrededor de mi cuello, dejándola colgar hasta la altura de mi cadera y cambiando lentamente hasta llegar a las profundidades del bosque, hasta que escucho que Henry dice algo muy interesante.

-Ahora no es nuestro padre, Clark! Su nombre es Edric Bligth y TODAVIA no es nuestro padre!.. Escucha, yo quiero solucionar esto tanto como tú, pero ya no podemos entrometernos mas en esto. Te lo estoy diciendo mil veces y con mucha razón.- Afirma Henry poniéndose de puntas para llegar a la altura de Clark, quién tiene los ojos cristalinos y yo tardo en darme cuenta de que Henry estaba igual que su hermano.

Al escuchar mi nombre, las cosas cambian rotundamente. No se de que carajos están hablando pero mejor decido no entrometerme, ellos podrían estar diciendo cualquier cosa. Aunque, verlos llorar me dice que es algo muy serio. Ellos son mis conocidos, bueno, Clark es prácticamente un amigo mío. Pero prefiero pensar que, ellos, no están hablando mal de mi, ya que es casi imposible saberlo. Dije casi...En este momento yo ya estaba volviendo sobre mis pasos para buscar con la mirada a los dos hermanos, y los vi. Estaban mas adentro en el bosque que yo pero su pelea se escucho desde lejos, así es como empiezo a caminar, reuniendo todo mi valor y la poca autoestima que me queda para meterme en sus problemas por el simple echo de mencionar mi nombre, voy hacer una estupidez, de seguro. Cuando llego al lugar donde se encuentran, ahora ellos se están abrazando, que lindo momento de hermanos. Un poco mas y me recuerda a Emira y a mi, cuando éramos niños y no teníamos problemas de ningún modo. Ya no vale la pena entrometerme en discusiones. Estoy por retirarme del bosque con la cabeza baja ya que todavía me quede con las ganas de tomar los estimulantes que ahora están derritiéndose ahí abajo, en el mar. Salgo detrás del árbol donde me escondía y escuchaba toda la conversación, para irme volando de ese lugar esperando que Clark y Henry no me vieran espiándolos. Tan solo doy unos pasos y piso unos rama gruesa que me hace caer de cara a la tierra seca, mientras yo gemí al sentir el dolor. Por increíble que fuera demore un poco en ponerme de pie, porque sinceramente quería que la tierra me tragara, pero aun con mi pereza me levente, no perdí el tiempo mirando a Clark y Henry que probablemente están mirando a mi dirección. Empecé a correr sin mirar atrás pero, de la nada, siento en mi cintura una cuerda de color amarrillo y no tardo en darme cuenta de que aquella es mágica y que, además, me esta jalando para llevarme atrás, donde veo a Clark y a Henry con esa pose característica de batalla aunque dudo que lo estén recreando bien. Volé por los aires y aterrice duramente de espaldas a los pies de Henry, quien en sus manos tenia la cuerda, al parecer el es el creador.