Con amor, S.S [Shinwaka]

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—Creo que alguien recibió otra carta.

Ua voz cantarina interrumpió su pequeña crisis existencial acerca del futuro de sus estudios.

Volteó a verlo con una expresión aburrida, estaba en medio del pasillo con varios estudiantes alrededor que le daban miradas de reojos al escuchar las palabras del estúpido de Takeomi que parecía tener un megáfono en la garganta.

—¿Por qué no vas y utilizas el micrófono de la rectora para decírselo a todo el puto instituto?

Akashi sonrió con malicia.

—¿Ese es tu método para encontrar a la responsable detrás de esto? Vaya, que romántico, Imaushi.

—¿Carta? ¿Que carta?—preguntó Keizo, mordiendo su sandwich sin saber de que se trataba.

—La semana pasada Waka recibió una carta con una declaración de lo más cursi.

—Oh—Keizo le dio otra mordida a su comida, mirando ahora al más bajo de sus amigos.—¿Y qué? ¿Te gustó, Waka?

El peliblanco arrastraba sus pies en dirección a su salón escuchando la conversación.

—¿Gustarme?—soltó una risa, como si aquello fuera lo más estúpido que había escuchado—Por favor, Keizo.

—¿Acaso no es la declaración más sincera que has tenido?—Akashi insistió con la intención de hacer enfadar al peliblanco, pero éste solo se encogió de hombros sin darle más importancia.

—Si hablamos de eso, no voy a quitarle ese mérito—se detuvo para encarar a sus dos amigos—pero esa carta está llena de cursileria barata.

—No seas tan cruel—Akashi buscó en sus bolsillos y le tendió otra carta, el papel se veía más arrugado.—Vamos, tómala

—¿Donde estaba?—alzó una ceja, esperando una respuesta más informativa.

—En tu casillero.

—¿Que buscabas en mi casillero?—preguntó frunciendo el ceño, no le gustaba que invadiera su espacio.

—Olvidé un libro y pensé tomar prestado el tuyo, pero ese lugar está vacío ¿a que diablos vienes entonces?

—Lo mismo que tú, imbécil.—Wakasa suspiró desviando sus ojos a la hoja.

Takeomi solo sonrío con diversión, pero su rostro demostraba un gran interés en saber que decía. Una enorme curiosidad le embargaba acerca de todo ese asunto de las cartas.

Querido Wakasa

¿Crees que ese saludo es extraño? Porque yo si, pero no encuentro otro modo de empezar esto, así que espero que no te moleste.

No pensaba volver a escribirte, se suponía que la carta anterior era una forma de "desahogo", pero resultó tener el efecto contrario, siento que no fue suficiente y que todavía tengo mucho que decir, pero es muy difícil escribirlo todo de una vez, aunque seguramente es peor decirlo en persona, así que me conformaré con esto.

Ayer leí un libro de poesía, un verso me hizo recordarte, no lo escribiré porque es lo más asquerosamente cursi que he leído en mi vida (sé que no tengo cara para decir algo como eso al ser yo quien deja cartas en tu casillero)
y seguramente tendrás la misma sensación al leerlo, así que lo guardaré para mi, era triste y me dejó un sabor amargo en la boca, pero déjame decirte que era sumamente hermoso. Igual que tú.