♡ 30 ♡

441 70 9
                                    

1 año.

Shinichiro pensó que debía dejar de fumar.

Pero el solo pensamiento se convirtió en algo trabajoso, demasiado para él en ese momento. Estando un poco frustrado, triste y enojado con todos en silencio, pero más consigo mismo, simplemente dejó de intentarlo.

Cuando llegaba a casa y su vista se dirigía al calendario de manera inconsciente, una horrible necesidad lo atacaba. Un día más.

Otro día y seguía siendo lo mismo, seguía sintiéndose tan idiota al no poder dejar a un lado sus sentimientos. Terminaba apretando los dientes, buscando una solución al problema aunque en el fondo sabía que no había nada que pudiera hacer más que esperar.

¿Como podía sacárselo de la mente?

¿como hacer el que dolor desapareciera?

¿Como carajos hacía todo eso?

Prefería dejar el silencio de su habitación y regresar al garaje, ahí no se sentía tan solo.

El cigarro permaneció en entre sus labios de forma casi permanente.

(...)

1 año.

4 meses.

—¡Hey, Waka!

Se detuvo al instante, observando con expresión neutra a quien se le acercaba. Una chica rubia y de labios rosados le sonrió de forma amable. Carismática, pensó.

—¿Podemos hacer el trabajo juntos? Creo que haríamos un buen equipo.

¿Estaban en la misma clase? De verdad necesitaba poner más atención a su alrededor. Pudo disimular su pequeño conflicto interno y su poca memoria para los rostros. Asintió sin pensarlo demasiado. De todas formas, no se veía como alguien a quien soportar fuera difícil.

Ella sonrió complacida.

Y él no pudo sentirse más cansado.

Cansado de quedarse en casa y no dormir hasta en la madrugada observando el techo. Harto de que sus propias decisiones, harto de que Shinichiro Sano no saliera de su mente ni un segundo, torturandolo de forma cruel al sonreirle en sus sueños de forma tan cálida que cuando despertaba le entraban ganas de llorar.

Solo quería olvidarse de todo, quería por un momento solo ser él y nadie más. Desde el principio su intención era regresar tan pronto como pudiera tener dinero y poder comprar un boleto de avión, cumplir esa promesa silenciosa de celebrar un cumpleaños a lo grande, de hacer un muñeco de nieve gigante o simplemente pasear toda la noche por la cuidad en motocicleta, sin embargo; en los meses que estuvo solo en un país desconocido fue un cambio abrupto que lo desequilibrió de forma catastrófica.

De forma ingenua creyó que un recuerdo lo mantendría de pie y firme, pero eso lo hundió un poco más cada día, cada semana y mes que pasó fue peor que el otro. Pero ya no se castigaria más a sí mismo.

Sonrió levemente, aunque parecía más como una mueca.

—Claro. —respondió— ¿Deberíamos vernos en algún lado?

—En la biblioteca ¿que te parece?

—Me parece perfecto.

(....)

1 año.

8 meses.

—Eres un imbécil, Takeomi.

Con amor, S.S  [Shinwaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora