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En medio del descanso, sus dos mejores amigos se reunieron en la esquina donde estaba su asiento para charlar de manera escándalosa. Siempre era igual, sus voces se alzaban y le impedía relajarse como quería, sin embargo; tampoco se quejaba.

—¿Por qué elegiste ese club?

—No lo sé.—Takeomi jugó con su lápiz de manera distraída

—¿Sabes tocar algún instrumento siquiera?

—No...no necesito saber.

Takeomi se dio la vuelta refunfuñando, harto de los cuestionamientos de Keizo quien reía satisfecho con su cometido.

—¿Tú cual elegirás?—le preguntó.

—Ninguno—murmuró.

Su mirada estaba en la ventana, observando en cielo despejado. Odiaba el calor, deseaba que las nubes se volvieran grises y que lloviera. Prefería mil veces empaparse bajo las gotas de la lluvia que soportar los intensos rayos del sol. Su piel era sensible.

—Tienes que hacerlo.

—Entonces el mismo que tú.

—¿Basket?

Hizo una mueca y negó. No le gustaba el esfuerzo físico.

—Entonces el mismo que Akashi.

—¿Música?

—Tengo un buen gusto musical.

—Eso no es suficiente, Waka.

Wakasa soltó una risa corta y se encogió de hombros.

—Bueno, quizás les sirve como fuente de inspiración.

Keizo le dio una mirada fastidiada al no entender. Wakasa le sonrió de forma socarrona, quiso decirle lo que decía la última carta que recibió, pero decidió guardarlo para si mismo.

Después de pensarlo, supo que no era del todo correcto dejar que leyeran las cartas que recibía, si "S.S" confesaba ese tipo de cosas vergonzosas solo para él, debía respetar aquello y no dejar que nadie más las leyera.

Era justo ¿no?

Lo único que hizo fue darles las noticias acerca de que la persona detrás de las cartas se trataba de un chico. Hicieron un gran alboroto mientras celebraban el hecho que sus cualidades de intuición eran geniales.

El no dijo nada, prefirió guardar su opinión para si mismo.

Hasta que llegó el lunes y como Wakasa supuso, otra vez la carta se encontraba en su casillero. Ya se había resignado a perder la primera clase por llegar tarde, así que la tomó y fue hasta el patio donde se sentó debajo de un árbol para leerla.

Querido Wakasa

Estuve pensando demasiado últimamente. Tengo muchas cosas por hacer, es mi último año y siempre quise pasarlo a lo grande y lo único que hago (que es realmente emocionante) es escribirte.

Me gusta pensar que quizá en algún futuro pueda decirte esto a la cara, lo cual es bastante improbable, pero soñar es gratis ¿no?

También empecé a componer una canción por simple diversión, estaba aburrido en mi habitación y tomé la guitarra, hasta ahora sólo tengo parte de la melodía pero creo que va por buen camino.

Cuando empecé tu rostro vino a mi mente, y fue como si las notas fluyeran con facilidad. Tienes el poder de guiarme para crear cosas maravillosas, porque aunque soy yo quien compone tú eres mi inspiración, creo fielmente que debes llevarte todos los créditos.

Solo algo más...me gusta tu arete, te ves genial con él.

Con amor, S.S

Cubrió su rostro, ocultandolo como si alguien estuviera juzgandolo. Su mente se encargó de memorizar las palabras que estaban escritas en aquel papel.

Una canción es su nombre. Eso era...grandioso, y extraño para él. Un desconocido componía algo que nunca escucharía usándolo como inspiración. Era un poco injusto.

Sonrió tocando su pendiente, sabía que le quedaba genial. Agradecía que alguien lo notara, bueno, no es como si  no lo hicieran, pero nadie opinaba más que un "¿Por qué te dejan usarlo?"

Había muchas dudas en su cabeza, más de lo que quería admitir. Solo eran palabras escritas con tinta en un papel cualquiera ¿Entonces por qué pensaba tanto en ellas?

Había pasado un mes desde la primera carta. Y sabía que simplemente podía tirarlas sin siquiera leerlas, pero no lo hacía.

Porque al final del día, también esperaba un día tan tedioso como los lunes solo para ver si en su casillero se encontraba la misma sorpresa de siempre, llenas de cursilerias que fingía detestar.

Suspiró, mirando a su alrededor pero no había ningún estudiante, pero podía escuchar los murmullos desde adentro de los edificios.

Guardó la carta de manera brusca, arrugandola un poco. No le gustaba para nada el interés que tenía en ellas, últimamente ese tema ocupaba gran parte de sus pensamientos.

¿Que dirían sus amigos si se enteraran que quería saber quien estaba detrás de aquellas letras? ¿Lo mirarían como un raro? Dijo tantas veces que no le interesaba ni un poco quien estuviera detrás de aquellas letras, y ahora la curiosidad incrementaba cada día.

Pero dejando atrás sus pequeñas crisis, notó varias cosas en esta última

Estaba en último año.

Tenemos la misma edad.

¿No era esa demasiada información? Según sus cartas anteriores quería seguir en el "anonimato" ¿Por qué ahora deja "pistas"?

Estaba seguro que buscar un chico con las iniciales en las secciones de último año sería fácil, el grupo se reduciría considerablemente.

Estaba seguro que reuniendo todo lo que tenía, podía encontrar quien era.

Pero no haría nada respecto a eso.

Porque "S.S" era un chico.

Y a él...a él le gustaban las chicas.








(...)

Ay mi Waka...





Con amor, S.S  [Shinwaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora