Capítulo 10

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Guardaba mis cosas para irme a descansar a mi casa, mis pies me mataban.
Me levanté de mi escritorio y al instante, Olivia me habló.
- Elle... Si no tienes planes... Crees que pueda acompañarte a tu casa y bebemos unas copas? Mañana no tenemos turno.
Es increíble como solo con sus palabras y su sonrisa, toda molestia y cansancio se me pasa.
- Por supuesto, Liv.
Nos fuimos juntas a mi casa, en el camino compramos vino.
Nos encerramos en mi habitación y antes de comenzar, la miré un poco sonrojada.
- Debo vestirme...
- Oh! Quieres que salga?
- No no no!... Solo quiero preguntar si te incomoda...
- Claro que no, Elle! Tranquila!
Reí un poco, esta preciosa mujer me da mucha confianza.
Me quité la blusa y el pantalón, claro, antes me quité los zapatos.
Quedé en ropa interior.
- Que sexy.
Me guiñó el ojo y yo me sonroje como nunca, pero me encantaba que hiciera eso.
Busqué mi pijama, estuve como dos minutos buscando, pero al no encontrarla, decidí quedarme en ropa interior, lo hago algunas veces y no me molesta.
- Te molesta si me quedo así?
- Claro que no, me encanta.
Sonreí y me senté con ella en la cama.
Liv comenzó a servir vino en las copas y yo encendí la televisión.
Veíamos una serie random que apareció cuando prendí la televisión.
En realidad estábamos más concentradas una en la otra.
Pasaron las horas y la primera botella se acabó.
Ya teníamos alcohol en nuestro sistema, pero no estábamos lo que se dice ebrias.
Estábamos conscientes.
- Quiero quedarnos ebrias hasta que terminemos teniendo sexo.
Sonreí y me acerqué más a Olivia por lo que dijo.
- Quién dijo que necesitábamos estar ebrias? Podemos ponerlo como excusa en la mañana, pero no es necesario ahora, Liv..
Ambas nos acercábamos cada vez más y no soporté más.
La besé.
Ella me siguió el beso, era intenso y apasionado.
Olivia arrojó las copas y la botella al suelo, estas se rompieron.
Me recostó en la cama y se colocó sobre mí.
- Quieres esto?
- Lo deseo, Elle, lo deseo más que nunca.
Sus labios bajaron a mi cuello, se sentía muy bien.
Se sentó y se quitó la ropa, quedando en ropa interior como yo.
Sus ágiles manos, bajaron a mi espalda y le quitaron los broches a mi brazier.
Me lo quitó y atacó a mis pechos.
Mi espalda se arqueo un poco por su activa lengua en mis pezones sensibles.
- No te imaginas cuantas veces he soñado contigo gimiendo, Elle.
Sonreí y me excité aún más.
- Déjame tocarte, Liv... Lo necesito.
Escuché esa sensual risa y se quitó el brazier para mí.
Me senté, ella estaba sentada en mis piernas, sus pechos quedaban a la altura perfecta.
Los disfruté más que nada.
Sus gemidos eran música gloriosa para mis oídos.
Me aventó para recostarme de nuevo y se bajó de mis piernas, no perdió el tiempo y al instante comenzó a bajar mis bragas.
Abrió mis piernas y me jaló hacía ella para continuar los besos en mi cuello.
Mis manos tomaban su desnuda espalda.
- Por favor Olivia, ya no soporto más tiempo...
- Lo que desees, cariño.
Luego de susurrarme eso, regresó a mi intimidad y comenzó a hacerme un oral.
Su lengua era maravillosa.
Sentir su lengua en mi intimidad luego de tanto tiempo deseándolo, fue como llegar al paraíso.
Cuando llegué a ese orgasmo, fue como tocar el cielo.
Sus labios dominaron los míos, pero yo también quería tocar.
Mis manos bajaban sus bragas y ella me daba todo el acceso.
Mis dedos le dejaban cosquillas en los muslos internos, pero ella se desesperó por eso.
- Solo tocala!
Me encantó verla así de desesperada por placer.
Metí mis dedos en ella y al instante me abrazó y sus gemidos reventaban en mi oído.
Comencé a dejar besos por su hombro y su cuello.
- Déjame marcas! Déjame muchas! Quiero recordar todo esto mañana y poder masturbarme recordándolo!
No sé que es más excitante, si esta mujer o las palabras que dice.
Sus caderas se movían hacía mis dedos, para sentirlos más.
No mucho después, sentí mis dedos mojado y Olivia dejó salir un suspiro de satisfacción.
Saqué de ella mis dedos y dejé que recuperara su aliento.
- Déjame hacerte mía solo una vez más... Dame el honor.
- Hazlo, lo deseo, lo quiero, lo necesito.
Sonreí ante su consentimiento.
Me senté y la cargué para colocarla sentada contra la cabecera.
Ella solo me sonreía.
Abrí sus piernas y bajé lentamente mi lengua hasta su intimidad, mientras mis manos jugueteaban con sus pezones.
Su cadera me indicada que se estaba entregando a mí.
Me detuve unos segundos para lamer y besar esos deliciosos pechos y ese exquisito cuello.
- No me dejes así!
Mis dedos comenzaron a jugar con su intimidad.
La besé y ella dejó a mi lengua tomar el control, lo cual agradecí.
- Ya casi! Esta cerca!
Comencé a mover más rápido mis dedos y ella gemia y gemia.
Hasta que mis dedos quedaron totalmente mojados otra vez.
Ella dejó caer su cuerpo sobre el mío para recuperar el aliento.
- Por qué no hicimos esto antes?
Me reí y la ayudé a recostarse en la cama y me acosté junto a ella.
- Debo ir al baño.
Se levantó y me besó apasionadamente en los labios antes de alejarse.
Me puse ropa interior y me quedé viendo mi celular unos minutos, hasta que Olivia salió.
- Elle... Yo..
- Liv, tengo claro que aunque esto haya pasado, solo somos amigas.. Te dije que te esperaría.
Su expresión cambio a una de relajación y me sonrió antes de volver a recostarse junto a mí.
No dije nada más sobre el tema, la verdad es que si me duele mucho no poder intentar algo con ella, pero no pienso presionarla.
Yo la esperaría todas mis vidas para poder estar con ella.
Ella se abrazó a mi cuerpo y no tardó en quedarse dormida.
Me quedé admirando su belleza.
Decidí acomodarme con ella también y dormir, me siento verdaderamente cansada después de ese maravilloso momento.
Ya después limpiaré los vidrios al costado de la cama.

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