PLATÓNICAS

Capítulo 27

Nos encontrábamos en la estación, hablábamos sobre un caso que acababa de ser cerrado.
- Le gustaría ir a comer?
- Por supuesto, solo esperemos a que Liv termine de hacer el papeleo para ir todos.
Todos asentimos y estuvimos unos diez minutos hablando hasta que vimos a Olivia salir muy apresurada de su oficina.
- Amanda, levanta una alerta amber, ahora!
- Liv? Qué sucede? Todo bien?
Ella se detuvo solo unos segundos, ya estaba lista para irse.
- No... Es Noah.
Mierda.
Me levanté de golpe y seguí a Olivia hasta su camioneta.
Ella y yo subimos a una, los demás agarraron las suyas.
Liv condujo como loca por las calles, con las sirenas a todo volumen.
El recorrido fue al centro comercial, uno bastante grande.
Por lo que entendí, Noah estaba con su abuela, Shela, nunca confíe en ella, nunca me agradó su vibra por más amable que fuera con Olivia.
La abuela se distrajo dos segundos y mi querido niño desapareció.
Las manos me sudaban de forma helada, estaba asustada y nerviosa.
He visto a toda la clase de locos que vive en esta ciudad y cualquiera se lo pudo haber llevado.
Recorría el piso número tres, preguntando a todos si lo habían visto, checando tiendas y almacenes y buscando dentro de los lugares.
De pronto, Fin me detuvo.
- Elle...
- Fin, por favor! Debo seguir buscando!
- El jefe me llamó, Liv y tu están fuera del caso por el vínculo emocional.
- Es en serio!?
- Lo siento...
La cabeza me explotaba, me sentía impotente, me sentía desesperada, me sentía asustada, me sentía enojada, me sentía culpable, el estómago se me revolvía y las palabras me salían de la boca sin pensarlas.
El cerebro no me estaba funcionando bien.
Me alejé molesta y vi a Olivia a lo lejos.
- Liv!
Ella me vio y en cuanto estuve más cerca, me abrazó.
Me apretaba con fuerza, podía sentir esos mismo sentimientos en ella.
- Liv...
- Necesito verlo, necesito saber que esta bien...
- Lo sé, lo sé..
No resistí y me apoyé de su abrazo también.
Esto me estaba afectando mucho y esta vez no pude ser el apoyo de Olivia.
Nos mandaron a casa, así que fuimos al apartamento de Shela.
El lugar no se percibía como un hogar, estaba muy vacío y se sentía frío.
Nos invitó a sentarnos en la sala de estar.
Olivia estaba inquieta, iba de un lado al otro, yo por el contrario, estaba estática en mi lugar, no sabía que hacer en ese momento, entonces mi cuerpo no hacia nada.
- Elle...
La miré cuando escuché mi nombre salir delicadamente de sus bellos labios.
- Dime, Liv...
Me acerqué con lentitud y suavidad.
- No puedo respirar...
Se dejó caer en mis brazos y la abracé con tal fuerza para que su pecho se presionara y pudiera recuperar la respiración que le arrebataron el miedo y la ansiedad.
- Él esta bien, okey? Es un niño listo, es bueno, es fuerte...
- Necesito abrazarlo..
- Yo también.
Mi lágrima escapada dejó ver mi debilidad ante la situación y eso me molestó.
De pronto, el celular de Olivia sonó.
Lo sacó en menos de un segundo y le contestó la llamada que al parecer era de Amanda.
Hablaron menos de cinco minutos y luego colgó.
- Qué te dijo!? Que tienen!?
Luego me mostró una foto de un hombre con Noah de la mano.
Él estaba tranquilo, lo cual solo indica que ya lo conocía.
- Lo ubicas?
Lo escanee unos segundos.
- No...
Se acercó a Shela y le hizo la misma pregunta, obteniendo la misma respuesta.
El estrés sofocaba la habitación.
Se sentó donde yo estaba y me acerqué ligeramente.
Shela se sentó del otro lado.
Shela trataba de hablar con Olivia, pero ella estaba muy mal como para eso, así que le contestaba mal y luego se disculpaba.
- Liv...
Sentí mi celular vibrar y detuve lo que estaba por decirle.
Miré el mensaje de Fin, que me pedía llevar a Olivia y a Shela a la estación para identificar entre algunas fotos.
- Debemos irnos, nos necesitan en la estación.
Ambas se levantaron y me siguieron a la puerta.
Yo conduje esta vez, Liv necesitaba más que yo, aclarar su mente.
Al llegar, ellas dos fueron a reconocer hombres entre un par de fotos, yo decidí no entrar.
- Cómo va todo, Fin?
- Hemos estado siguiéndolo, pero aún no tenemos ni la mínima idea de donde esté..
Me senté en un sofá a unos pasos de nosotros y suspiré con el corazón en la garganta.
- Elle... Estas bien?
- No.. Ese niño es como mi hijo, Fin... Quiero verlo a salvo..
Mis lágrimas no soportaron más tiempo escondidas.
Fin me abrazó para consolarme.
- Creo que seria mejor que tu y Liv se queden aquí... En casa solo se estresan más.
Asentí un poco, estoy de acuerdo, estar encerradas no nos ayuda en nada.
Vimos de lejos a Olivia encerrarse en su oficina.
No mucho después, entró Rafael.
Y así pasaron las horas, yo solo estaba sentada, pensando y viendo la oficina de Olivia desde lejos.
Un rato después, vi salir a Shela, quizá necesita un respiro.
Quizás una media hora después, vi salir a Olivia de su oficina, totalmente alterada, cuando me vio a lo lejos, corrió hacía mí.
- Liv..?
- Dónde está Shela?
- Salió hace un rato.. Por qué?
- Shela secuestró a Noah...
Mi mente quedó en blanco con sus palabras, pero tenia total sentido, ella no pudo quedarse con la custodia de Noah.
Salimos de la estación y nos quedamos paradas fuera del auto.
- Liv, a dónde vamos?
- Shela.. Tiene una cabaña en un bosque, estoy segura de que lo llevará ahí.
Me subí al auto en el asiento del copiloto, porque yo no sabía a donde íbamos, por lo tanto no podía conducir.
- No le diremos a los demás?
- Luego.
No quería ocultarle esto a los demás, pero entendía que Olivia estaba desesperada por encontrar a Noah, pues yo también lo estoy.
Llegamos a un bosque lleno de nieve y en medio de todos esos árboles, había una cabaña de madera, se veía antigua.
Bajamos de la camioneta y nos acercamos con cautela.
Yo me quedé en la parte trasera de la cabaña y Olivia entró.
De pronto, escuché un ruido de golpe y un grito de Olivia.
Corrí a la entrada y vi a Shela dentro, con el arma de Olivia, apuntándole con ella.
Liv me miró y me hizo señas para que no entrara.
Luego la puerta se cerró.
Me sentía inútil.
Unos diez minutos después, se escuchó una pelea dentro y luego salió Noah.
- Hola! Noah! Mi amor!
Él me abrazó y yo lo cubrí con lo chamarra por el frío.
- Mi mamá y la abuela están peleando?
- Si, corazón... Pero tu no tienes nada que ver, todo estará bien.
Lo abrazaba, sentía una enorme paz por verlo de nuevo y verlo bien.
Luego salió Olivia con Shela ya más calmada.
Todos llegaron en patrullas y notaron que ya estábamos aquí.
Metieron a Shela a un auto y vi la escena más hermosa de mi vida de Olivia y Noah abrazados por su desesperado reencuentro.
Sentía un alivio enorme al verlos felices de nuevo.