Capítulo 24

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Iba llegando a la estación, Fin, Carisi, Amanda y Dodds ya estaban ahí, solo faltaba Olivia.
- Hola, gente trabajadora.
- Estoy aquí por el dinero y porque me agradan.
Todos reímos con la respuesta de Fin.
Me acomodé tras mi escritorio y Dodds se acercó, se veía ansioso, estaba inquieto.
- Hey, qué sucede?
- A qué hora llegará la Teniente?
- La verdad no lo sé... Por qué?
Él parecía no muy convencido de responderme.
- Mi padre siempre me enseñó que no podemos trabajar hasta que el jefe... O jefa, llegue a la estación.
Me dio algo de ternura, siempre se comporta así, sigue las reglas y todo eso, es adorable.
- Tranquilo, sé que te educaron así, pero olvida esas reglas.
- Por supuesto..
Era como un niño, digo, es joven, pero me refiero a que es adorable.
Amanda se acercó con un café para ella y uno para mí.
- Si si, pero dejando al niño de lado... Todo esta bien con Liv? No suele llegar tarde.
Tomé un sorbo de mi café, mientras pensaba en una respuesta, la verdad es que ni siquiera yo sé porqué aún no llegaba.
- No sé, le llamaré.
Amanda asintió y saqué mi celular.
Llamé una y otra vez, pero Olivia no contestaba.
Luego de varios intentos, comenzaba a preocuparme de verdad, pero escuché que el tono de espera se cortó y la llamada inició.
- Liv? Estas bien?
- Si... Lo estoy, Elle, yo... Dejé a Lewis en la escuela y ahora estoy con mi amigo William.
Me alarme al instante cuando dijo eso, estaba en peligro.
La llamada se colgó sin decir nada más y sentí el mundo congelado.
Al instante llamé a la niñera de Noah.
- Hola, Lucy... Sabes a dónde fue Olivia?
- Oh, si, en la mañana le dije sobre algo sospechoso es una casa en la que cuido niños y ella fue a ver que todo estuviera bien.
- Crees que puedas enviarme la dirección?
- Por supuesto.
Terminé la llamada y me mandó la dirección de la casa.
- Siganme.
Me levanté y me dirigí a los autos.
Noté que ellos me hicieron caso sin preguntar mucho.
Llegamos a la casa solo nosotros, por si no era tan grave y podia ser manejado.
Toqué la puerta y unos minutos después, Olivia abrió la puerta.
- Liv...
Se veía terriblemente mal, su ojo estaba morado, su pelo desordenado y lágrimas en su rostro, estaban secas.
- Ellos dicen que se vayan... O nos matarán a todos.
Y luego la puerta se cerró de un azotón.
Me desespere por completo y comencé a tocar con fuerza la puerta.
Amanda tomó mis brazos para tranquilizarme.
- Elle, debemos llamar a los profesionales.
Asentí y nos alejamos de la casa unos cuantos pasos.
Tardaron diez minutos en llegar los profesionales, todos se instalaron alrededor de la casa con francotiradores listos para disparar ante cualquier amenaza.
- Debemos llamar a los que están dentro.
- No responden, ya lo intentamos.
Y justo en ese momento, el teléfono sonó.
Me dirigí a contestar y escuché la voz de un hombre del otro lado.
- No dejaré ir a la señora policía hasta que me den lo que pida!
Suspiré y miré al negociador, quien me hizo una seña para hablar.
- Okey... Antes que nada.. Dime, todos están bien? La familia esta bien?
- Si si, todos están... Vivos.
- Y la mujer policía?
- Esta bien! Ahora! Quiero mis cosas!
- Si, si... Cálmate.. Qué es lo que quieres?
- Quiero un avión privado listo en el aeropuerto y una camioneta blindada aquí afuera lista para llevarnos! Tienen una hora!
La llamada terminó cuando gritó eso.
Me enojé por lo que sucedió y de un azotón deje el teléfono en su lugar.
- Maldita sea! No tendremos eso en una hora!
- Cálmese detective.
- No! Él le hará daño!
- Por eso estamos aquí, para evitarlo.
El estrés me mataba, me sentía impotente.
El tiempo pasaba y los oficiales se esforzaban en conseguir lo que habían pedido.
La hora terminó y el teléfono volvió a sonar.
- Dónde están mis cosas!?
- Están resolviendo todo, por favor danos más tiempo...
- No! Voy a matar a todos! Incluyendo a la policía!
Cuando estaba por responder algo, vi la camioneta llegar fuera de la casa.
- Espera! La camioneta... Ya esta lista, al igual que el avión.
Vimos como el hombre se asomó por la ventana para verificar lo que yo decía.
- Escúchame, perra, saldremos, con chalecos anti balas, ustedes nos dejarán irnos, me escuchaste!?
- Espera, los niños, la mujer...
- Les entregaré a los niños! La señora policía se quedará un rato conmigo.
- Ese no era el maldito trato!
Me colgó sin decirme nada más.
Vimos la puerta abrirse, primero salió una de ellos, pero en cuanto nos vio a todos, se puso de rodillas y se entregó a nosotros.
Luego salió el hombre con los niños y Olivia, les apuntaba con un arma.
Todos nos acercamos un poco más.
Veíamos como Olivia le decía algo al hombre y luego él dejó ir a los niños.
No perdía de mi vista a Olivia, sus ojos reflejaban temor.
De pronto, hizo un movimiento inesperado, lo golpeó y se agachó para permitir que un francotirador le disparara al hombre.
En el momento en que el hombre cayó muerto, corrí en dirección a Olivia.
Ella me abrazó con fuerza cuando me acerqué.
- Esta bien... Estas bien.
- Lo logré..
- Claro que si, Olivia.
Escuchaba su llanto y decidí hacer algo que la verdad nunca había hecho.
No suelo cargar a Olivia, porque no tengo mucha fuerza, pero a la mierda con eso.
Levanté a Olivia del suelo y la llevaba entre mis brazos, justo como ella a hecho conmigo muchas veces.
La llevé hasta la ambulancia, para que la revisarán.
- Liv...
Mis palabras fueron interrumpidas cuando sus labios atraparon los míos.
Ese beso fue un sentimiento.
Cuando nos separamos, me miró de una forma que era hermosa y a la vez dolorosa.
- Cada que me apuntaban con un arma, creía que no podría volver a hacer eso..
Reí levemente y la abracé.
- No dejaré que tu última vez llegue algún día.

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