Capítulo 12

185 13 0
                                    

Nos encontrábamos en la estación, haciendo papeleo y contestando llamadas, cuando vimos entrar a una mujer que conocimos hace tiempo.
- No es la señora Gillman? La del caso de la chica de 14 años violada y asesinada.
Olivia y yo volteamos y efectivamente, era ella.
- Iré a hablar con ella.
Ambos asintieron y siguieron con lo suyo.
Me levanté de mi lugar y me dirigí a la señora Gillman.
- Señora, soy la detective Allen, seguro me recuerda, puedo ayudarla en algo?
La mujer se quedó mirándome, luego observó cuidadosamente cada rincón del lugar.
- Ustedes dejaron salir a ese maldito!
El grito llamó la atención del resto.
- Señora Gillman, calmese...
En ese momento, la mujer sacó un arma y me apuntó con ella.
Retrocedí al instante y Olivia y Elliot sacaron sus armas detrás mío.
- Señora Gillman, baje el arma.
- No! Ustedes me quitaron a mi hija! Yo les quitaré a una de los suyos!
Y sin pensarlo dos veces, tiró del gatillo, todo se quedó en silencio, pero al mirar mi abdomen, vi la sangre escurriendo de mi cuerpo.
Escuché otro lejano disparo y vi a la señora Gillman caer delante mío, con el balazo en la cabeza.
Comencé a tener problemas para respirar y para mantenerme de pie.
Mis piernas dejaron de responder y perdí al equilibrio, pero al hacerlo, vi sus brazos cálidos tomarme y sostenerme.
Sus gritos casi nulos se escuchan de fondo.
Mis oídos seguían aturdidos.
No mucho después, vi de forma borrosa a los paramedicos y presenciaba cómo me subían a la camilla, porque no sentía nada, en ninguna parte del cuerpo.
Vi sus preciosos ojos cafés a mi lado durante el viaje en ambulancia.
Ella hablaba conmigo, pero en realidad no la escuchaba muy bien, solo veía que sus labios se movían.
Yo trataba de hablar, pero al momento de separar los labios, llegó un dolor intenso por parte de mi abdomen y no salía ningún ruido de mi boca.
Mis ojos se sentían nada vez más pesados, me costaba mantenerlos abiertos.
Al llegar al hospital, vi cómo los doctores alejaron a Olivia de mí y fue cuando me dejé llevar y me permití cerrar los ojos.
Lo último que sentí fue un leve piquete en mi brazo.
...
Escuchaba voces de fondo, no era muy clara, pero era lo suficiente como para saber que eran enfermeras o enfermeros a unos pasos de mí.
Aunque mis ojos pesaban como rocas, los abrí y la vi a mi lado, con el rostro lleno de manchas de lágrimas secas.
Su cabeza estaba recostada sobre mi brazo izquierdo, estaba dormida.
Intenté moverme un poco, pero mi abdomen tuvo un dolor punsante y me queje un poco, pero me alegró notar que ya podía hablar.
Mi quejido hizo despertar a Olivia, quién me miró preocupada.
- Elle! Despertaste, como te sientes?
Su voz era suave y débil.
- Estoy bien... Como estas tu?
- Deja de preocuparte por mí, tu eres la que esta en camilla luego de una operación por un balazo.
No pude evitar reír, aunque me dolió el abdomen al hacerlo.
Vi una lágrima escurrir por su mejilla, pero luego sonrió un poco.
- Me diste un susto, Elle... Creí que te perdería..
Alcé como pude mi mano y tomé con delicadeza su mejilla.
- No te vas a deshacer tan fácil de mí, preciosa.
Ella me miró con un poco de sorpresa y un poco de sonrojo.
- Normalmente soy yo quién te dice así.
- Lo sé, pero esta vez me dieron ganas de llamarte así.
Ella tomó mi mano y dejó un beso delicado en ella.
El ambiente era melancólico, así que dejé salir un comentario para livianarlo.
- Me deprime el hecho de que no podrá haber sexo de amigas en un buen tiempo.
Ella soltó una risa un poco escandalosa y eso me hizo reír a mí.
...
Estuve tres semanas en el hospital, para que los doctores se aseguraran por completo de que ya no corría riesgo.
No me dejaron volver al trabajo, el Capitán me dijo que mínimo hasta dentro de un mes.
No sé que haré con mi vida, trabajar es lo único que hago.
Esta tarde me dieron de alta del hospital y Olivia y Fin fueron a ayudarme a ir a casa.
Llegaron por mí y Fin traía un hermoso peluche, me dejó una enorme sonrisa.
- No era necesario el peluche..
- Pero te amamos mucho y te lo mereces.
Sonreí de nuevo y me llevaban agarrando de los brazos hasta el auto de Fin.
Yo iba en la parte trasera con Olivia mientras Fin manejaba.
- Fin, vamos a mi apartamento.
Miré a Olivia con sorpresa.
- Liv! No es necesario!
- Me siento más segura teniéndote cerca! Al menos hasta que vuelvas a trabajar y todo esté bien.
- Pero el doctor dijo..
- No! No es pregunta.
Ya no peleé más con ella, no valía la pena y la verdad no quería admitir que en su apartamento me siento más segura y aparte me encanta porque todo tiene su cálido aroma.
Pero debo mantener mi orgullo.
Me limité a sonreír.
- Puedo preguntar algo?
- Claro, cariño.
- Quién fue el que le disparó a la señora Gillman?
- El Capitán.
Eso me tomó por total sorpresa, él no suele tomar riesgos que lo lleven a una investigación de asuntos internos.
- En serio!?
- Si, todos nos sorprendimos.
Los tres reímos y no mucho después, llegamos al apartamento de Olivia.
- Bien, instalense, yo iré por ropa de Elle.
- Por supuesto, gracias Fin.
Olivia me ayudó a bajar del auto y subimos por el ascensor a su apartamento.
Me ayudó a recostarme en la cama y al instante supe que sería una espera miserable hasta volver a trabajar.
Amo su apartamento y estar con ella, pero también amo trabajar, no acostumbro estar en cama.
- Quiero trabajar!
- Deja de quejarte.
- Liv...!
Ella rió y me miró con ese lindo brillo que siempre tienen sus ojos.
- Sabes que puede hacerte feliz en este momento?
- Qu..
No pude terminar porque ella ya estaba besándome de forma suave, pero movida.
Me dejé llevar por el beso.
Ella se separó de mí y me quedé con una sonrisa de tonta.
Ella se rió de mí.
- Me encantas, mujer.
Sonrió sonrojada por mi comentario.
- Pero recuerda..
- Solo amigas, lo sé, solo estoy diciendo que me encantas.
Me sonrió otra vez antes de darme otro beso y mandarme al paraíso.

PLATÓNICASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora