El Pokémon Feroz

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Lylia se despertó y salió de la habitación del hotel. Tocó a la puerta de la habitación donde durmieron Trace y sus amigos de Alola y le habrió Tilo. Tilo le contó que Trace se había adelantado para seguir su viaje y el campeón de Alola seguía durmiendo.

Para matar el tiempo hasta que el campeón se despertará, Tilo fue a desayunar a un restaurante y Lylia iva a acompañarlo pero, se encontró un doyo donde retaban a los entrenadores a entrar. Lylia aceptó el desafío y derrotó sin demasiadas complicaciones a todos los entrenadores del dojo. Como recompensa, le entregaron a Lylia un Hitmonchan que ellos habían entrenado. La chica rubia agradeció el regalo y llamó a su nuevo pokémon Punchan.

Al salir se encontró con Tilo, que la esperaba. Caminaron hacia el hotel y escucharon gritos de gente junto con un poderoso rugido.

Tilo: ¿Qué pasa? - intentando preguntar a la gente de la calle sin éxito.

Lylia: ¡Mira! - señalando a un pokémon salvaje en la ciudad.

El pokémon era un Nidoking de casi 3m (el doble de lo habitual) con Ojos granate y con un aura del mismo color.

Lylia: ¡Es como el aura que tenían los pokémon de Madre en el ultraesacio! - sorprendida de ver el aura del pokémon.

Tilo: Se parece a la de los ultraentes, pero es más morada.

Lylia: Ahora que lo dices, me recuerda a los pokémon dinamax que usan los entrenadores de Galar en el World Tournament.

Tilo: Lo detendré. ¡Adelante Rai...!

Antes de que llegara a lanzar la pokeball, una mano lo detuvo.

Campeón: Déjamelo a mí - en un tono serio.

El Campeón avanzó un poco y sacó a Sauron, su Incineroar, a la batalla. Se le veía serio y con odio en la mirada, lo cual preocupó a Lylia.

Lylia: ¿Qué le pasa?

Tilo: Lo han despertado sin motivo.

Lylia: ¿Eh?

Tilo: Parece que no te lo ha contado. Resulta que si lo despiertan sin motivo, se enfada bastante.

Se le notaba que lo habían despertado, llevaba la gorra mal puesta y estaba completamente despeinado.

El Campeón no se contuvo e hizo que Sauron le lanzará un movimiento Z, más específicamente Hiperplancha Oscura a partir de lariat oscuro. El devastador ataque derrotó a Nidoking y cuando el grupo de amigos se fijó, vieron que el pokémon había disminuido de tamaño y perdió el aura y los ojos carmesí. El Campeón de Alola le lanzó una ultraball y lo capturó. Después de eso, se acercó, cogió la pokeball y lo llamó Leonidas.

En ese momento apareció una niña un poco más joven que ellos.

Niña: Hola, soy Zuo. Os quería agradecer por detener a ese pokémon, hubiese venido yo, pero os adelantasteis.

Elio: - bosteza para después peinarse un poco y colocarse la gorra - No hay de que.

Tilo: No está mal intentar ayudar a la gente, pero creo que eres un poco pequeña para detener a pokémon como ese.

Zuo: - se la veía ofendida - ¡¿Quién os creéis para decirme eso?!

Elio: Me presento, soy el actual campeón de Alola.

Tilo: Yo completé el Recorrido Insular de Alola y fuí seleccionado para participar en la Liga.

Zuo: - se sorprendió mucho al ver que entrenadores tan fuertes, de una región tan lejana con Alola, estaban en Kanto simplemente haciendo turismo.

Lylia: Perdona, ¿la líder de gimnasio no es Sabrina?

Zuo: Lo era. Acabó en la cárcel por trabajar con el Team Rocket.

Lylia: Entiendo, ¿entonces podría participar en tu gimnasio?

Zuo: ¿Cuántas medallas tienes?

Lylia: 4.

Zuo: Entonces lo siento, primero tendrás que conseguir la 5ª medalla de manos de Sachiko.

Lylia: Lo entiendo.

Zuo: Bueno, te esperaré. No tardes.

Lylia: Vale. Yo voy iendo al siguiente gimnasio.

Lylia salió de Azafrán y notó que sus amigos de Alola la seguían.

Lylia: ¿No deberías hacer turismo?

Tilo: Lo hemos pensado y hemos decidido acompañarte por un tiempo. Si no te importa.

Lylia: Por supuesto que no.

El grupo de los 3 amigos de Alola siguieron su viaje por Kanto.

En otra parte de la ciudad, estaban hablando 2 personas con un peinado bastante peculiar.

???: Parece que funciona.

??? 2: Sí con solo esa energía hemos conseguido enloquecer a un pokémon, imagínate lo que podremos llegar a hacer cuando estemos listos.

??? : Tranquilo hermano, todo ha su debido tiempo.

Lylia, la nueva entrenadora de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora