𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲 𝐊𝐞𝐞𝐧𝐞

•35•

𝐇𝐚𝐧𝐧𝐚𝐡

Después de la fiesta de Stingray, Robby aparcó el coche frente a una feria para hacer tiempo en lo que se secaba nuestra ropa.

-Bueno, está noche ha salido mejor de lo que me esperaba-mencioné-, y Sam a recibido lo suyo, así que completamente genial.

-Sí-dijo sonriendo-. Pero, hay algo que aún no puedo creerme.

-¿El qué?-cuestioné mirándolo.

-Qué hayamos vuelto-respondió.

-Bueno, yo tampoco-contesté sonriendo-. Si me lo hubieras preguntado esta mañana no te habría funcionado.

Él rió.

Sí que era verdad que nunca había dejado de sentir algo por Robby, lo único que hacía era enterrarlo, pero claro llega un momento que ya no cabe nada más y no puedes seguir enterrando cosas haciendo que todo salga.
Pues así eran mis sentimientos por él.

-Es increíble que el sensei nos haya prestado su coche-comenté.

-Sí, tengo que devolvérselo mañana-dijo.

-Igual que el vestido-dije.

Saqué la etiqueta que había escondido para que no se viera.

Él volvió a reír.

-Genial-dijo aún riendo contagiándome su risa.

-Espero que se seque-dije volviendo a esconder la etiqueta.

Noté como él me miraba pero ya no se reía así que yo también lo miré a él.

-Podríamos aprovecharlo-propuse.

Él se acercó un poco y puso la mano en mi mejilla antes de besarme.

Después de unos cuantos besos yo me separé y me cambié de asiento quedando sentada encima de él.

Robby me sonrió antes de que yo volviera a juntar nuestros labios.
Él puso su mano en mi cintura y yo me moví un poco sobre él.

Ni yo creía estar haciendo esto de nuevo con él.

[...]

Me giré sobre la cama chocando con algo. Bueno, más bien con alguien.

Ya me había acostumbrado a tener toda la cama para mí, pero bueno, supuse que podría acostumbrarme y usarlo de almohada.

Rodeé su cintura con mi brazo mientras que apoyaba mi cabeza en su pecho.
Noté como su mano acariciaba mi espalda.

-¿Estás despierta?-cuestionó.

-Sí-respondí mirándolo.

Él se acercó y me dio un pequeño beso.

-Hay algo que creo que no sabes-dijo.

Yo me incorporé para poder mirarlo mejor.

-¿Qué es?-cuestioné.

Inspeccionó mi rostro durante un momento antes de hablar.

-Que te sigo amando-respondió.

Yo le dediqué una sonrisa mientras que esas famosas mariposas aparecían en mi estómago.

-Yo también-dije sonriendo.