DON'T PLAY WITH THE TEACHER | OMEGAVERSE +19

CAPÍTULO 120

2 semanas después
8 de septiembre 2016.
7:20 a.m

Jungkook permanecía de pie frente aquella universidad. Su mirada estaba fija en aquellas letras plateadas que deletreaban el nombre de dicha institución mientras que sus manos se escondían en las mangas de aquella sudadera.

Se sentía tan extraño estar ahí a pesar de sólo haber tenido un par de días de descanso. Volvía al lugar dónde... pasaron tantas cosas, dónde su nombre ya era susurrado en muchas bocas, dónde se le conocía de varias formas despectivas.

Podía notar que todos caminaban tan normales hacia el interior del establecimiento. Muchos riendo y gritando de felicidad al volver a encontrarse con sus amigos pero, ¿por qué sentía que todos lo observaban?

Estaba tan nervioso y no sabía la razón. Su mente sólo le estaba jugando una broma del mal gusto, nadie lo estaba viendo, nadie lo estaba juzgando, nadie... parecía prestarle atención pero, él sentía que sí y en especial a su cuello,  a pesar de haber ocultado aquella marca.

Por inercia, retrocedió. No estaba listo para volver.

— ¿Sucede algo?

Su mirada al instante se desvió hasta la de aquel alfa mostrando una sonrisa inmediata.

— No estas listo, ¿no? —suspiró desviando la mirada a su alrededor— Ven, vamos —sonrió colocando su mano en la espalda baja de su omega.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —preguntó caminando a su lado, adentrándose al fin a la universidad.

— Llevo trabajando aquí más de 5 años, no es nada nuevo para mi. —Quitó poco a poco su mano al notar las miradas. 

Jungkook al notar tal cosa no pudo evitar sentirse triste. Volvían a lo mismo, volvían a esconderse y fingir que nada estaba pasando.

— Debo ir a la oficina de la directora. Mi segunda clase es contigo, ¿no? —habló sin quitar la mirada del frente.

— Sí —Respondió sin ánimo.

— Tranquilo —musitó deteniéndose al llegar a los casilleros, especialmente al del menor— en el almuerzo tendrás a Papi sólo para ti. —Susurró sonriendo bastante coqueto al final.

El menor soltó una pequeña risa sintiendo su rostro enrojecer. Asintió y sin decir nada, sólo observó cómo su alfa se perdía entre todas aquellas personas hasta que desapareció por completo.

Nuevamente se quedó sólo entre todos aquellos. Era una sensación tan fea, además de que su lobo se había acostumbrado tanto a tener a su alfa cerca a cada instante, ¿por qué se estaba desesperando tanto?, ¿era por la marca?, seguramente pero, ahora sabía que con un sólo chillido podía llamar a su alfa y este iría a él sin rechistar.

— ¡Jungkookie! —exclamó Jimin corriendo por aquel pasillo hasta su amigo con una enorme sonrisa.

— ¡Hyung! —alzó la voz sonriendo de la misma forma.

Ambos al estar lo suficientemente cerca, se abrazaron. Habían pasado sólo 4 días desde que regresaron de Jeju pero se sentía como si hubieran estado separados por años.