Sabes que ya no eres un niño cuando entras a la universidad, no obstante, sigues siendo demasiado joven cómo para caer en los juegos de los adultos.
Todo se vuelve más estresante pero algunos chicos buscan la manera de distraerse ahí dentro, y qué...
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Jungkook suspiró profundamente mientras observaba a través de aquel balcón todo a su alrededor logrando ver el mar junto con aquella hermosa naturaleza que rodeaba la isla.
La brisa era refrescante, el cielo estaba lleno de nubes y, por alguna razón, estar en tal lugar lo hacía sentir libre. Podía sentir al fin un respiro de la ciudad y de todos sus problemas.
No estaba seguro de cuanto tiempo estarían ahí pero, sabía que disfrutaría lo más que pudiera, no obstante, se preocupaba un poco de no poder hacerlo debido a su poca experiencia estando fuera de casa.
Nunca había estado de vacaciones tan lejos y sinceramente, tenía un poco de miedo. No sabía relacionarse tan bien con el exterior ni con las nuevas personas que vería a través de sus días. Sólo esperaba que su lado más temeroso no se hiciera presente. Haría todo lo posible por olvidarse de lo malo y sólo prestar atención a lo positivo.
Luego de unos momentos, nuevamente volvió hacia la habitación principal dónde se encontraba su alfa recostado en aquella suave cama estando boca abajo.
Estaba cansado y su espalda dolía de nuevo. Debió haber ido a algún spa antes pero, sus celos no lo dejaron, además, sabía que su omega tampoco estaría tan feliz con que otra persona estuviera tocando gran parte de su cuerpo, o quizás... sólo era él quien no quería que tocaran el de su pequeño.
— ¿Tienes sueño? —Preguntó Jungkook acercándose un poco más hasta subirse sobre la espalda baja del mayor.
— Me siento cansado... —balbuceó sin moverse— ¿Mi lindo omega podría hacerle un masaje a Daddy? —Rió al final.
— A veces me preocupa qué tipo de fetiches tienes. ¿Por qué tan de repente quieres que te llame así siempre? —Musitó riendo al final mientras se alejaba para tomar un poco de crema para que fuera más fácil.
— ¿Yo? —se levantó por unos momentos para así despejar toda la parte de su torso para que la ropa no molestara— habla el que quiere que le pegue e insulte.
— ¡Eso no es cierto! Sólo... lo dije molestando. Era broma pero... —sonrió volviendo a acomodarse sobre él— si quieres no es broma.
— No, vas a terminar llorando. —Respondió acomodando su cabeza sobre la almohada—. Además... no me gustaría golpearte.
Jungkook soltó una pequeña risita para luego sólo proceder a hacer masajes sobre la espalda de su alfa logrando darse cuenta de una mejor forma las marcas que había dejado sobre su piel. Estas aún mantenían un color carmesí y de alguna forma... se veían muy atractivas.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar aquel gemido al haber hecho presión en cierta parte de su espalda.
Sus mejillas se pusieron rojas al instante mientras que su sonrisa sólo se hacía cada vez más grande al seguir masajeando tal zona para así poder escuchar los sonidos que su alfa hacía.
