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Como yo era Leopold Stotch, entonces no tenía muchas expectativas mías sobre mi futuro.

Me imaginaba soltero a los 40, loco e internado en un manicomio. Deseando tener un rayo de luz en mi vida pero que definitivamente no iba a poder ser.

Pero ahora estaba enamorado del hombre más extraño y a la vez precioso de la tierra. Kenny McCormick tenía un encanto especial, uno que hacía que todas estuviesen detrás de él y entre todos me eligió a mí. A Leopold Stotch. A Butters.

Él pensaba en mí en todo momento, y eso me mantenía seguro. Sí, era un chico muy inseguro. Sí, podría llegar hasta a hacerle daño por mis inseguridades, pero trabajaría en ellas por él. Porque quiero devolverle todo lo que él me hace sentir.

Entrando de nuevo hacia la casa, todo era un lío. Clyde bailaba borracho, solo; era muy evidente que había incomodado a Bebe y ella se había ido cerca de Red.

Tolkien y Nichole, en cambio, estaban solos. Pese a que a veces no me caía bien Tolkien, no dejaba de ser un chico tranquilo que no molestaba a los demás. Pasaba el rato con su equipo o con su novia. La pareja del salón.

Y después vi algo que me sacó de onda. Tweek y Craig, en el baño de la casa, tirados en el piso. Corrí hacia allá ignorando a Kenny y me asomé únicamente para escuchar.

— Tweekers, escúchame cariño. — llamaba Craig. A Tweek le costaba mirarlo a los ojos, inclusive se dio cuenta de que estaba mirando pero no hizo nada — hice la prueba de vivir unos pocos días sin ti, pero... me di cuenta que no puedo hacerlo. No puedo vivir sin ti, Tweek.

Luego me di cuenta que Craig estaba llorando. Tweek estaba apoyado contra la bañera y casi parecía que de algún modo, Craig lo estaba presionando a que esté tan apretado contra el borde — fui un novio terrible, perdón.

— ¡N-no digas eso Craig! ¡Me diste confianza en mí mismo y me hiciste feliz durante ocho años de mi vida! ¡Los mejores ocho años! ¡Ah!

Craig miró a Tweek y parece que su llanto empeoró.

— Siquiera puedes decirme un apodo amoroso, Tweek. ¿Cómo es que quieres que vuelva contigo? Si no trabajas en tú mismo, ¿De qué te sirve tener una relación?

— Craig, espera.

— Tweek, se acabó la relación. Déjame ir. — fue tan repentino que hasta yo me sentí mal. Tweek, entonces, cogió a Craig de la nuca y lo besó. Nunca vi a Tweek iniciar un beso hacia Craig. Es como si su miedo a perderlo hubiera sido mayor.

— T-te prometo que lucharé por ti. No voy a dejarte ir así de fácil. —por otro lado sentí que lo estaba manipulando, pero de cierto modo lo entendía. Tweek y Craig habían estado juntos la mitad de sus vidas. Ahora, que se tienen que separar, es impensable — t-te amo, honey.

— Siquiera puedes decir "te amo", sin tartamudear, Tweek. Dudas de ello. — Craig se paró. Todavía no podía creer lo frío que podía ser Craig cuando quiere. Y se fue, dándome otro empujón en el proceso. Tweek quedó llorando, en el piso. Revisó su teléfono y ante la noticia de que él lo había bloqueado de todas las redes sociales, estalló en un ataque de pánico.

— ¡Craig, mi amor! — llamó Clyde. En ese instante me di cuenta que estaba borracho, y que solo parecía estar bromeando — ¡Sé mi Fuck Boy, fóllame y después te vas! — Craig rodó los ojos y se fue. Clyde continuó riendo a un punto en que Bebe tuvo que acercarse a hacerle una escena de celos.

— ¿Te encuentras bien, mi mantequita? — preguntó Kenny. Giré hacia él y no pude evitar sentirme algo mal por haber espiado a Craig y Tweek.

— S-sí, amor. No te preocupes. — le dije. Él sonrió y me dio un beso que fue interrumpido por un alarido de Tweek.

Cuando todo esto acabe ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora