☻ 𝔾𝕣𝕒𝕕𝕦𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟 ☻

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Ha llegado el día.

Estoy parado detrás del telón. Preocupado y ansioso porque hablaría frente a todos los graduados de mi promoción.

Kenny no está para calmarme con sus besos y Wendy tampoco. Porque como ella predijo, se fue antes de la graduación. Aún la extraño.

No obstante, los asientos de Timmy, Pip, Jason y Wendy están con sus fotos. De Pip costó conseguir. Él no tenía padres que nos pudieran mandar una foto de él, por lo que tuvimos que recordar una fotografía del anuario escolar y usarla.

De todos modos había llegado el momento. El momento donde iniciaría una nueva etapa en mi vida. Una etapa que quería compartir con el chico que amo, y con los muchos amigos que he hecho en el camino.

Me sorprendió ver que había un retrato de Chef en el centro del escenario. No le veía el rostro hace mucho. Es, de hecho, la única foto donde está con todos los niños del salón. Incluidos los que ya no están.

Estoy seguro que si él estuviera aquí, estaría orgulloso de sus niños.

— ¡Leopold, hola! — saludó la directora Victoria. No la veía hace mucho, por lo que me sorprendió su presencia — no podía perderme la graduación de mis niños, entonces vine aunque tuve varias discusiones con el director PC. Que bien que tú vayas a ser quién reemplazará a Wendy hoy. A ella le hubiera gustado mucho estar aquí, te juro que...

— ¡Leopold Stotch! — me sorprendió saber que era el primero al que llamaron.

— N-nos vemos después, directora Victoria. — le dije. Corrí hacia el escenario, y le arrebaté el diploma al señor Garrison sin preguntar.

Esperé que dijese algo, pero nada. Solo estaba esperando a que bajase.

— ¡Déjeme a mí! — le insistí, y arrebaté el micrófono acto seguido. Aclaré mi garganta y comencé a llamar — a ver... ¡Stanley Marsh y Wendy Testaburger! — exclamé, entusiasta. Stan cogió la fotografía de Wendy y con ella, subió al escenario.

En la fotografía se le veía tan bien. Nadie se podía pensar que tenía Leucemia.

Durante los últimos días de su vida, habló con todos con mucha alegría. Inclusive invitó a Barbara a tomar un té, pero ella no fue. Quizá por la vergüenza de lo ocurrido hace unos meses.

— Ten, Stan. — le dí. Luego fue un abrazo y poner el diploma encima del retrato de Wendy — y esto va para ti, angelito. Que lo disfrutes.

Stan le dio un beso al retrato antes de bajar del escenario. Aguanté las ganas de llorar por ello. Por verla tan sonriente cuando seguro el cansancio de la Leucemia le estaba ganando.

— Eric Cartman. — se escuchó únicamente los aplausos del grupo de Eric, y los de su madre. Saludé a la señora Cartman desde mi posición, intentando aguantarme la risa.

Al subir, Eric se acercó a mi oído.

— Dime que puedo enseñar mis huevos en directo como llevo prometiendo desde los catorce años. — me dijo.

— No. — le prohibí — si se las vas a mostrar a alguien, que sea a Kyle.

— Tú te lo pierdes. — bromeó él. Nos dimos un abrazo, me arrebató el diploma de la mano, y bajó de allí.

Después fue Kyle. Eric le dio un beso a la distancia y Kyle no pudo evitar aguantarse la risa. Siquiera le tuve tiempo de decir unas palabras, solo me abrazó, me quitó el diploma sin que se de cuenta y bajó. Solté una risita nerviosa.

Y así fue con cada uno de nosotros. Hubieron algunos graciosos, como Tweek, quién temblaba tanto que Craig tuvo que subir para calmarlo, o Clyde, quién pegó una mortal hacia atrás para coger el diploma.

— Barbara Stevens. — llamé. Barbara dudaba en si pararse, pero al final lo hizo y caminó con lentitud hacia mí. Como si me tuviera miedo. Como si no supiera que hacer — hey. Olvida todo lo que pasó, ¿Sí? Sea donde esté Wendy, iluminándonos, ella debió de haberte guiado hasta aquí. Todo es por algo, Barb.

Barbara sonrió con la mayor pena del mundo, y por primera vez, como si de la nada hubiera surgido empatía de ella, me abrazó. No dijo nada. Solo lo hizo.

Después bajó. Y había solo un chico que sobraba. Kenny.

— Kenneth McCormick. — llamé.

— ¡Mhhh! ¡Mhhh! — escuché, por debajo de su abrigo. No obstante, nadie entendía lo que decía. Acabó por bajarlo para aclarar lo que quiso decir — que yo soy Kenneth McCormick. — todos carcajearon por lo torpes que eran para escuchar a Kenny por debajo de su abrigo.

Kenny, a diferencia de los demás, fue corriendo y me dio el beso de bienvenida más largo que jamás pude haber experimentado. Luego me separé de él y le extendí el diploma, pero Kenny cambió de expresión.

— ¿Qué pasa? — le pregunté.

— Leo, prometiste que cuanto todo esto acabase, te casarías conmigo.

Sonreí, pensando que era una broma.

— Por supuesto que me casaré contigo, Kenny. — le dije.

— Lo digo en serio. — insistió él. Se acercó a mi oído y con suavidad, me susurró — pero eso lo hablaremos... en la montaña. ¿Quieres? — entendí la referencia. Asentí, aún meado de la risa. Y cuando nos volvimos a ver a los ojos, no tardamos ni dos segundos más y él ya me estaba llenando de besos la cara.

Definitivamente, en esta vida todos somos un poco "Butters".

La ansiedad es, según algo que leí en un libro, exceso de pensamientos futuros.

Y hay que vivir el verdadero presente. El hoy.

¿Qué pasará cuando todo esto acabe? No hay que preguntárselo hoy.

Sino cuando esté pasando.

Fui Butters Stotch, ahora Leopold Stotch.

Y esta es la historia de como un folleto me llevó a encontrarme a uno mismo. 

Nota de Akemi: 

¡Hola, hola, hola!

Agradezco a todo aquel que se haya quedado hasta el final del fanfiction. Es algo que aunque no parezca requirió de esfuerzo y horas de pensar el como resolver problemas. Siento que pudo haber quedado mejor, pero para mí tuvo un cierre algo digno.

Espero y les haya gustado. Gracias, de nuevo, a los que me están apoyando. Los aprecio mucho.

Cuando todo esto acabe ▸South Park Fanfic◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora