— ¡Perdón! — musité, terriblemente incómoda cuando sus miradas se posaron sobre mi. Algo que jamás me había pasado cuando veía a Sakura besar así a Sasuke, su ex novio.
— No te preocupes, Hinata. — dijo Sakura, amable y luego se acercó. Naruto solo me sonrió. — ¿Donde has estado todo el día, bestia?
Me reí.
— Matando el tiempo. — dije — Sin ti, aquí es muy aburrido. — hice un mohín.
— ¿Te fuiste a vagar sola por la calles de Venecia? — abrió sus grandes ojos cafés.
— No tuve más opciones, tampoco me iba a quedar sentada aquí mirando televisón todo el día.
— ¿Qué hay en el sobre? — observó el grueso sobre amarillo que sujetaba en mi mano izquierda, en donde Ino me había entregado las fotos que había revelado.
No tenía problema alguno en hacerle saber que eran las fotos que había tomado un día antes, el problema era que no sabía como explicarle porque el rostro de su novio aparecía en la mayoría; tampoco sabía porque tenía miedo de eso.
— Bue . . . bueno. Nada importante, fotografías. — me encogí de hombros, nerviosa.
— ¿De las que tomaste ayer?
— Ajá.
— ¡Quiero verlas! — exclamó, entusiasmada.
Por instinto sujeté el sobre con más fuerza en mi mano, produciendo arruguitas en papel y haciéndolo crujir; mientras que mis ojos se abrían como platos.
— Emn . . . no son muy buenas, Saku. — tartamudeé.
— Como no van a ser buenas sí eres una excelente fotógrafa. Anda, muéstramelas. — insistió y quiso arrebatarme el sobre.
Lo llevé inmediatamente a mi espalda, resguardándolo. ¿Qué me costaba darle el maldito sobre y explicarle que la cara de Naruto, de su novio, se había fugado en unas cuantas fotos? ¿Qué de malo había en eso?
— Emm . . . mañana, mañana te las muestro, estoy muy cansada hoy, además, aun tengo que eliminar bastantes, hay muchas que no me gustaban. — dije, torpemente.
— Hay algo ahí que no quieres que vea, ¿cierto? — me miró con gesto acusativo.
Las manos comenzaron a sudarme y el corazón me empezo a latir más acelerado de lo normal. No sabía porque me sentía como el culpable de un delito en el momento que es interrogado y a punto de ser descubierto en su fechoría.
— Si, claro que lo hay. Fotos horrendas que no quieres ver. Dame un minuto, las ordeno y te las muestro. ¿Está bien?
— Yo también quiero verlas. — Anunció Naruto, que en todo el rato solo había estado pendiente de la plática entre Sakura y yo.
— Em . . . si, denme un segundo, ya vengo. — me escabullí hasta la hbaitación y cerré la puerta tras de mi, sin esperar alguna palabea de algunos de ellos.
Me senté sobre la cama con las piernas cruzadas y tomé el sobre amarillo entre mis manos; saqué de él las fotografías y lo primero en lo que mis ojos se enfocaron fue en el bello rostro que adornaba aquel papel impreso. Naruto era tan hermoso, a su sonrisa, deslumbraba perfectamente. Revisé todas las fotografías una y otra vez.
— Maldición. — farfullé.
De las trece fotos que tenía en la mano, sólo tres eran antiestéticas. Tres eran las que no tenían el rostro perfecto de Naruto adornando la imagen. El problema era que Sakura había notado el grosor del sobre y llevarle solo tres fotos resultaba ilógico cuando juntas no hacían ni medio centímetro. Suspiré y tomé las otras diez fotografías para guardarlas en el cajón de mi escritorio, debajo de todo el montón de papeles que ya tenía allí. Salí de mi habitación con el trío de fotos en la mano, esperando no encontrar alguna otra escena que me hiciera sentir incómoda y deseosa de cubrirme los ojos.

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𝙈𝙖𝙣𝙪𝙖𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙡 𝙋𝙧𝙤𝙞𝙗𝙞𝙩𝙤 → 𝙽𝚊𝚛𝚞𝙷𝚒𝚗𝚊
Romantik¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como sí esa cosa estuviera en la lista de "No toques, no codicies" pero que cada momento te incita más a...tenerlo. Decían que eran la pareja perfecta y yo situada en medio, todo saldría mal. #12 [Número de...