Capítulo: 14.

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Cuando lo vi introducirse a su departamento, me giré a mirar a Naruto, quien seguía parado allí, de brazos cruzados y mirándome.

— ¿Decidiste hacerle caso a Sakura? — bromeó.

— ¿Qué? — inquerí, confundida.

Se separó de la puerta cuando yo me dirigí para abrirla.

— Si, eso de buscarte pareja. — musitó, pero la broma ya no le salió como tal.

Exploté en estruendosas carcajadas.

— Sólo salí a tomar café con mi vecino para conocerlo mejor. — expliqué — Eso no tiene nada que ver con los planes macabros de Sakura.

Él río.

— ¿Con qué son macabros? Se lo voy a decir, te acusaré. — lo comento de forma divertida.

— No hace falta, ella lo sabe. — abrí la puerta y Naruto se introdujo detrás de mi — ¿Sí sabes qué Sakura llega hasta las ocho, verdad? — dije, sarcástica.

— Lo sé, pero es que no tengo mucho que hacer aquí mientras que la espero.

— Bueno, es agradable tenerte aquí mientras que llega. — pensé . . . esperen, esperen, no lo penśe, ¿lo dije?

— Gracias, que linda. — comento y en ese momento di gracias de encontrarme de espaldas puesto que todo el color se me subió al rostro — Mañana saldremos todos, así podrás conocer a Lee, ¿lo recuerdas? — dijo, totalmente ajeno al caos que estaba habitando en mi interior debido a sus palabras.

— Emn . . . sí, estoy emocionada. — farfullé.

— Lee también.

Así, planeamos lo que sería el día de mañana y estar a su lado lo encontraba cada vez más cómodo y magnífico. Él tenía ese raro poder para maravillarme, dejarme sin el habla o adivinarme los pensamientos a veces; era simplemente sensacional y la fierecilla se regocijaba llena de felicidad; pero solo hasta que llegaba Sakura, porque luego, al verlos reírse el uno con el otro y llamarse "amor" esta empezaba a incomodarse y me hacía salir de la escena cursi que no queríamos ver ni ella ni yo. Porque empezaba a resultarme drámaticamente incómoda.

— ¡Bestia, arriba! — Sakura tenía la costumbre de despertarme con golpes en la puerta, por eso era lindo que se fuera a trabajar.

Balbuceé entre la almohada y luego comprendí que los molestos golpes en la puerta no pararían hasta que Sakura me viera con los ojos abiertos. Me llevé los puños a los ojos y comencé a tañarlos para desemperezarme, luego abrí paso a un bostezo grande.

Me paré con pereza y abrí la puerta, Sakura estaba en la cocina buscando algo en el refrigerador. Me miró.

— Ponte algo lindo, algo verde a Lee le gusta el verde. — dijo.

— Estás loca. — musité y me di la media vuelta para vestirme.

— Si quieres gustarle a Lee, escucha mis consejos. — gritó desde la cocina.

— No quiero gustarle a lee, ¡ni siquiera lo conozco! — me quejé, saliendo e nuevo de mi habitación; increíblemente asombrada del esfuerzo de Sakura por emparejarme.

— Sólo vistete, ¿quieres? Ellos llegarán en cualquier momento.

— Eres perversa. — la fulminé con la mirada.

— Pero así me quieres. — me sacó la lengua y me vi obligada a reír.

— Tonta. — dije.

Me vestí con una bluza azul turquesa y con unos jeans entubados, sólo por llevarle la contraria a Sakura. A los pocos minutos, oí el timbre sonar, y la fierecilla empezó a saltar de un lado para otro cantando el nombre de Naruto.

𝙈𝙖𝙣𝙪𝙖𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙡 𝙋𝙧𝙤𝙞𝙗𝙞𝙩𝙤 → 𝙽𝚊𝚛𝚞𝙷𝚒𝚗𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora