—¿Los compraste?— preguntó Naerim apenas el chico volvió al auto.
—Dos cajas— dijo entregándole una bolsa negra.
—¿Y gomitas?— cuestionó sacando el paquete de tiras de goma azucaradas, de frutilla y adentro había otro de arándano.
—Nunca están demás las gomitas— sonrió elevando sus gordas mejillas en consecuencia.
Llegaron al departamento de Jin. Luminoso y blanco. "Ponte cómoda" dijo antes de desaparecer en uno de los cuartos. Naerim rondó por la cocina, sacó una frutilla y un vaso de agua. Estaba cómoda, ya había venido una vez, Jin era un buen chico, algo intenso pero un buen chico.
—¡¿No vas a venir?!— preguntó desde su habitación.
Ella se encaminó, con la mente en blanco, solo haciendo lo que sus sentidos le decían.
—¡Sorpresa!— se acercó desde la espalda, pasándole una carpeta sobre su hombro.
—Me asustaste... ¿Qué es esto? — dijo recibiéndolo con interés.
—Un resumen para tu examen.
Lo hojeó rápidamente, apuntes impresos y otros de puño y letra del chico. —Pero aquí falta mucha materia...
—Mira, como tu ayudante no puedo darte las respuestas pero sí puedo enseñarte el camino más corto. Solo estudia eso, no pierdas el tiempo con lo demás, ¿okey?... Te irá excelente— dijo pasando su mano por el costado de su cabeza para dejar un beso a la altura de su sien.
Dos meses habían pasado desde que se habían vuelto más cercanos y por primera vez Naerim sintió que su estómago se había manifestado por ese gesto.—Porqué eres tan dulce conmigo— dejó la carpeta sobre el mueble a su costado y se acercó a él para rodearlo por el cuello.
—No lo sé, solo te vi y me volví un poco loco... — respondió su cercanía afirmando su cintura— un poco más loco de lo que estoy.
—¿Ah sí? Sé que hay algo más — siguió coqueteándole.
—Estabas tan solita.
—No suelo ser de las que habla primero.
—Conmigo lo hiciste...
—Eres mi ayudante, Seokjin...
—Me preguntaste dónde estaban los baños.
—Te veías amable.
—De seguro ya sabías...
—¿Me vas a coger o no?
Se quedó en su intensa mirada, en cómo mordió su labio cuando este la atrajo más hacia él, comenzando a hacer un camino de besos desde su boca, hasta susurrarle en su oído: —toda la noche, princesa...
Al fin Naerim pudo sentir esos húmedos y cálidos labios acariciar los suyos, con lentitud, con detalle, llevándose consigo su labio inferior, mordiéndolos o succionándolos, aumentándole su adicción por esos gruesos labios de cereza.
—¿Tienes hambre?— preguntó él mientras ella cayó sentada en la cama, a la altura de su cinturón.
—¿Tú no?— preguntó ella comenzando a desabrocharlo, sin quitarle la vista de encima.
Pero Seokjin no le permitió terminar, ni siquiera pensar cuando se desnudó el torso y la tomó por los muslos para dejarla tendida por completo en la cama.
—Esta vez me toca a mí— dijo besándola con pasión mientras rebuscaba algo en el bolsillo trasero de su pantalón. —No compré esta crema por nada— dejó un pequeño sobre en sus manos, para comenzar a desabotonar su top blanco.
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Vanilla & Blood | OT7
Fanfic¿Por qué los de tercero debían despedir a los de último año? Estar como verdaderos esclavos por un diez en inglés, era patético, pero lo necesitaba. Él era irreal, resplandecía aún más con ese traje azul. Lo miraba, estudiaba cada paso que daba. Su...