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“Por ti iré a tu calle, me hace ver que...”

Conduzco lentamente por las calles de Lionés, puedo recordar perfectamente cada una. Pasé toda mi niñez y adolescencia caminando por esas calles. Parecen recuerdos felices, pero no lo son.

Suspiro e intento buscar un recuerdo de éste pueblo que no me haga sentir náuseas, pero es difícil, más que nada porque todos los buenos recuerdos los tengo junto a Elizabeth. Ella era mi luna y estrellas en una noche oscura, un arcoiris en un día lluvioso. De hecho, fue ella misma quien me enseño a apreciar cada una de esas cosas por muy tristes que pudieran ser. Fue ella quién se encargó de buscarle un lado positivo a todo por mí.

“¿No salen en las noches más oscuras la luna y estrellas que tanto amamos?” dijo ella una vez.

“¿Alguna vez te has bañado bajo la lluvia?, ¿No es cuando llueve el momento perfecto para relajarnos y tomarnos algo caliente o leer un libro?” Me recordó.

Porque Elizabeth era un alma hermosa.

Ahora... Ahora no lo sé. Porque seguramente fui yo mismo quién la destruyó al irme.

Doblo en una esquina para ir hacia mi vieja casa, creo que ha llegado la hora de limpiarla, pero es cuando recuerdo que para ir a mi vieja casa por éste camino tengo que pasar por su calle. Y decido bajar la velocidad porque deseo ver otra vez su casa, deseo ver otra vez el jardín, lo que sea. Poco a poco voy pasando frente al 506. La puerta está cerrada, le reja también, viejas ramas o enredaderas se enroscan en las rejas.

Me pregunto porque está tan descuidado el jardín. La primera vez que pasé por acá no le presté atención, así cómo tampoco a las rosas del jardín. Y es por eso que frunzo el seño. Las rosas de la madre de Elizabeth siempre han estado en el invernadero, no afuera. Y Elizabeth nunca descuidaría un jardín y su madre mucho menos.

Y quiero pensar que es porque se fueron, que dejaron Lionés y por eso el jardín está tan descuidado, pero aún así lo de las rosas me deja pensando, si embargo decido no darle muchas vueltas al asunto.

Porque la voy a llamar y entonces allí tendré una respuesta a mis preguntas.

506 - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora