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“¿Cómo estás?”

—¿Hola...? —Volvió a repetir ella al ver que no respondí y finalmente salí del trance en el que me encontraba.

—¿Elizabeth Goddess? —Pregunté suavemente, calmado, para mi sorpresa. Ella no dijo nada en los siguientes segundos, pero la entendí, hacia ya diez años que no sabía nada de mi ni yo de ella, era obvio que quedaría en shock al de repente oír mi voz. Sin embargo, fue mucho, demasiado tiempo el que me quedé esperando porque dijera algo, incluso pensé que me había cortado, pero no. Vale, ahora estaba nervioso otra vez.

—¿Meliodas Demon? —Preguntó casi en un susurro. Sonreí sin pensarlo.

—Si. ¿Cómo estás?

Yo... ¿Bien?, tú... ¿Tú cómo estás?

—Estoy bien...

Ambos nos quedamos en silencio varios segundo sin colgar. Todas las cosas que había planeado decirle se habían esfumado de mi mente y ella, aparentemente, estaba demasiado aturdida para decir algo, lo sé, sólo con su tono de voz pude ver que mi llamada la había descolocado un momento así cómo había quedado yo en cuanto su voz llegó a mis oídos. Trague saliva y miré mis zapatos mientras esperaba.

¿Esperaba qué? Si fui yo quién la llamó, era mi deber ser quién hablara primero. Sin embargo, me sorprendió ella volviendo a hablar.

Y... ¿Estás en la ciudad?, ¿Cómo conseguiste mi número?

Aclaré un poco mi garganta antes de responder a sus preguntar. Podía notar en su tono de voz que estaba a la defensiva.

—Eh, no... No estoy en la ciudad en éstos momentos, de hecho, estoy acá en Lionés. Tú número me lo dio Escanor cuando... Ejem... Pregunté por ti.

—... Y, ¿Qué te trajo a Lionés otra vez? —Pude notar un poco de resentimiento en su voz que estaba intentando ocultar y que evitó la parte en que dije que pregunté por ella. Suspire y miré a la luna al responderle.

—Tú.

506 - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora