Capítulo 20

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Olivia no era fanática de ese tipo de fiesta, sobre todo porque Cece siempre acababa encontrando a alguien con quien pasar la noche y ella, dado a que se negaba a hacer lo mismo, terminaba marchándose sola a casa

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Olivia no era fanática de ese tipo de fiesta, sobre todo porque Cece siempre acababa encontrando a alguien con quien pasar la noche y ella, dado a que se negaba a hacer lo mismo, terminaba marchándose sola a casa.

Pero esa vez era diferente, tenía a James a su lado y sabía que no terminaría cambiandola por alguien más.

Se sentaron los dos junto a Juliet en una mesa para hacerle compañía a esta última que no tenía ganas de bailar esa noche y pidieron algunos tragos. Estaba feliz, porque a pesar del altercado que habían tenido Keaton y Fredric hacía diez días, todo lo demás parecía ir marchando sobre ruedas, incluso Emilie había cambiado su actitud y la había saludado como si realmente se alegrara de verla cuando se habían encontrado más temprano.

—Voy a buscar a mis amigas —señaló Jules viendo a un grupo de jóvenes que acababan de ingresar al club—. Los dejo a solas un rato, seguro que lo están deseando.

Liv abrió la boca para responder y decir que no era cierto, pero Juliet se marchó antes.

—Tal vez tú no, pero yo voy a reconocer que tenía muchas ganas de estar a solas contigo —murmuró James acariciándole una mano sobre la mesa e inclinándose hacia delante para besarla en los labios.

Liv lo habría regañado, pero estaba tan encandilada con su sonrisa que no fue capaz.

—¿Bailas? —le preguntó para distraerse, porque si seguía viéndola así, corría el riesgo de derretirse.

—Por supuesto —respondió él y se puso de pie de inmediato.

Le tomó la mano y la llevó al centro de la pista bajo la atenta mirada de todos los presentes. Olivia decidió concentrarse en el hombre que tenía enfrente y desentenderse del resto para no sentirse cohibida.

Estaba teniendo unos días muy buenos y ese no sería la excepción. Hacía demasiado tiempo que no se permitía disfrutar de algo por fuera de su rutina, que no hacía a un lado la opinión de la gente por miedo a lo que pudiera llegar a oídos de su padre pero ahora nada de eso tenía relevancia.

Bailaron por largo rato, y cuando se cansaron, decidieron volver a la barra por otro trago. Pero cuando estaban acercándose, Juliet se cruzó delante de los dos y los detuvo.

—¿Van a la barra? —inquirió y no les dio tiempo a contestarle—. Porque si quieren beber algo, mejor vamos a una mesa. Será mejor que nos mantengamos alejados de allí por un rato.

James arrugó la frente enseguida, preocupado.

—¿Por qué? —preguntó mirando hacia allí en busca de información—. ¿Qué ha hecho Fred ahora?

La más pequeña soltó una carcajada y negó con la cabeza,

—No, no es eso. Aunque ahora que lo mencionas, llevo largo rato sin ver a Fred. Tendría que buscarlo para impedir que se acerque también.

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