Dos familias con un rivalidad ancestral que ha llegado demasiado lejos, y una persona dispuesta a todo por acabar con la guerra que ha marcado generaciones.
***
Siglo XVI: Los Montesco y los Capuleto.
Siglo XIX: Los Hatfield y los McCoy.
Siglo XXI...
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Olivia escuchó atenta al doctor del pueblo que les explicaba el estado de Emilie al señor Johnson y a James . Para fortuna de todos los presentes, Alice había regresado junto a Fred por si este despertaba.
Juliet, por su parte, se había dejado convencer por ella y Keaton para volver a su casa y descansar un poco después del susto que se había llevado.
—Es que no lo entiendo —repitió Gary por enésima vez—. ¿Cómo es eso posible?
—Los reactivos dieron positivos para benzodiacepinas, es probable que bajo el efecto de estas se haya sentido mareada y caído, o que se haya desvanecido en el baño y se haya golpeado la cabeza —musitó Steve con paciencia—. Intentar adivinar ahora es inutil, la única que puede responder qué ocurrió es ella y lo hará cuando despierte.
—Juliet dijo que encontró uno de los frascos de pastillas para dormir de mamá en el cuarto de Emilie —agregó James con un suspiro y todas las facciones tensas.
Su padre se giró para mirarlo con el ceño fruncido.
—No tenía ni idea de que...
—Yo tampoco —replicó el más joven antes de que Gary terminara de hablar.
Liv apretó el brazo de James mientras se abrazaba a él. ¿Qué había ocurrido realmente? Lo que sabían hasta el momento era que Emilie había llegado al hospital porque Juliet y Keat la habían encontrado en el suelo de su baño rodeada por un charco de sangre. Se había golpeado en la cabeza y tenía un corte en un brazo que los médicos creían que podría haberse hecho de manera accidental al caer. Pero lo más difícil de comprender era que había dado positiva en una prueba de drogas que le habían hecho por puro protocolo.
¿Qué estaba ocurriendo en realidad? No tenía sentido, la última vez que la había visto, Emilie parecía estar animada por la mejoría que estaba presentando Fred...
—¿Cuándo va a despertar? ¿Tenemos forma de saber? —preguntó interrumpiendo la conversación.
—La tomografía que le hicimos no muestra ninguna lesión en su cerebro y le hemos pasado la medicación que neutraliza el efecto de las benzodiacepinas porque no tenemos forma de saber cuánto consumió. Es difícil asegurar cuándo despertará, pero si todo va bien, no debería tomarle mucho tiempo.
—Entiendo —susurró Liv y asintió.
Lo único que les quedaba por hacer era esperar, y en momentos como ese, esperar se parecía mucho a una tortura.
Juliet llamó a Marcus desde el celular de Keaton para contarle lo que había ocurrido. No le pidió ni le reprochó nada, pero Marcus sintió un dolor punzante en el pecho que lo dejó sin respiración.
Al contrario de lo que habría imaginado, la noticia le cayó como un balde de agua fría y su primera reacción fue correr hasta ella, olvidando que se suponía que ya no había nada entre ellos. Olvidando también, la razón por la que había tomado la decisión de alejarse de ella.
