Desde que hablé con Félix hace una semana, no volvió a responderme los mensajes.
Estaba demasiado ocupado e intentaba comprenderlo pero, ¿de verdad no tenía ni un minuto para mandarme un simple saludo?
Ahuyenté esos pensamientos, el prometió ir conmigo mañana al cementerio por el aniversario de la muerte de mis padres. Le mandé un mensaje haciéndole recuerdo de la hora y la ubicación, y me quedé dormida esperando una respuesta que no llegó después de visto mi mensaje.
🥀
—Hola, mamá.— Tomé asiento en césped mirando sus nombres grabados con la nostalgia clavada en mi pecho. —Hola, papá.
Recordaba vagamente los momentos maravillosos que me hicieron vivir en el poco tiempo que estuve con ellos; recordaba sus consejos, nuestra felicidad y me fue imposible no sonreír. Habían pasado diez años desde su muerte y el dolor que sentí alguna vez se había convertido en costumbre, pero en días como hoy no podía evitar preguntarme, ¿cómo habría sido mi vida si ellos aún estuvieran conmigo?
—Yo...quería presentarles a alguien—hablé mientras limpiaba la lápida y ponía flores nuevas. —Aún no llegó, está muy ocupado. Es un empresario y lo sé, papá; estarías diciendo que eso no importa para que una persona deje de ser puntual pero ya está por llegar.
Miré el reloj en mi muñeca y con tristeza vi que pasaban diez minutos de la hora acordada.
—También sé que mamá me diría que Felix es muy guapo porque obvio que lo es pero igual estoy segura que diría que no le agrada la forma en la que llevamos nuestra relación.— Bajé la mirada un poco avergonzada, hasta yo odiaba la forma en la que llevábamos lo nuestro.—Pero eso ya pasará, él hará todo por mí. Lo amo mucho...nos amamos mucho. Es...es el primer hombre que me hace sentir especial. Cambió demasiado y eso me gusta de él.
Le mandé un mensaje más a Félix para saber cuánto más se retrasaría, no me contestó.
Seguí hablándole a mis padres hasta que el nudo en mi garganta me impidió seguir. Había pasado una hora.
Me quedé una hora esperándolo. Me quedé una hora sentada en el césped, con el llanto formándose en mi garganta y diciéndome a mi misma mil y una excusas por las cuales Félix no pudo presentarse.
—Los amo—susurré poniéndome de pie.—De verdad lo siento.—Bajé la mirada limpiándome las lágrimas.—Felix...él no hará algo cómo esto otra vez.
Tomé mi bolso y salí del cementerio en silencio. Las lágrimas en mis ojos nublaban mi vista y aunque en el cielo resplandecía el sol, en mi corazón todo estaba gris. Me sentía tan estúpida, era obvio que él estaba demasiado ocupado cómo para venir conmigo al cementerio.
Saqué mi celular y llamé a Alya, hace un tiempo que no nos juntábamos y quería distraerme. Se suponía que Felix estaría conmigo hoy.
Le pedí vernos para tomar un café, sin embargo ella me invitó a ir a su casa, necesitaba terminar con algo pendiente allí dijo. Lo único que necesitaba era algo de compañía. Necesitaba olvidar lo poco que me sentía ahora.
«Y si Amelie hace todo esto para separarnos?»
Un pensamiento fugaz apareció mientras estaba en el taxi antes de llegar a casa de Alya.
Tal vez sí. Tal vez sobrecargaba a Félix con responsabilidades para que la distancia haga lo suyo; de todos modos ella llevó a vivir a Lila con ellos.
¿Qué era más tonto? ¿Inventarme esas excusas o creérmelas?
En ese momento no lo supe porque, una parte de mí, la que creía que lo nuestro era real, se aferraba a las mediocres excusas del por qué me dejabas hasta el fondo de tu lista de prioridades. El amor es dañino cuando no se tiene el suficiente cuidado.
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𝚁 𝚄 𝙼 𝙾 𝚁 𝚂 | Felinette Au
Fanfiction[+18] [FINALIZADA] Todos decían que esto acabaría mal. Todos me advirtieron que él nunca me trataría bien y que su "por siempre" era sólo de una noche. Los rumores hablan pero el deseo ciega y el espejismo de un cuento de hadas al final siempre t...