One-shot Katsudeku

27: La Familia Bakugou ⁴

— Voy a salir — aviso Azumi mientras bajava las escaleras de dos en dos. En su huida hacia la puerta choco con alguien y sus ojos heterocromaticos  chocarán con los rojos de su padre.

— ¿A dónde y con quién? — Cuestionó Katsuki bebiendo de su taza de café mientras tenía a uno de los mellizos descansando sobre su hombro, el pequeño peliverde metía su manita en su boca con sus ojos cerrados disfrutando del aroma de su padre.

— Iré a la feria con mi novio — respondió simplemente el rizado mientras se acomodaba un poco su ropa y el cabello tratando de ignorar a su padre y seguir con su camino.

Aquella declaración hizo que Katsuki  atragantase con su cafe, escupió un poco mientras tosia y sentía a Mido moverse entre sus brazos por el agetreo de su progenitor.

— ¿¡Qué demonios!? — exclamó Katsuki dejando caer el café en el suelo distraidamente para girarse y ver al Omega menor dirigirse hacia la puerta — ¿¡Adonde crees que vas!? ¡Vuelve aquí enano! — ladro el alfa dejando la taza sobre el mueble en donde las llaves se ponían y jalo del brazo a su hijo. — ¡Tu no vas a ninguna parte! ¿Cómo que novio? ¿¡Quién es el jodido bastardo que se atrevió a siquiera mirarte!?

— ¡Ya sueltame viejo! ¡No tengo que darte explicaciones! Ya estoy muy grandesito y tu muy viejo para estos teatritos. — Grito Azumi safandose del agarre de su padre.

Todo el escándalo hizo que Mido gimoteara en los brazos de su padre en protesta por el ruido y el tamboleo. Katsuki olvido de Azumi y volvió su vista al pequeño en brazos.

— Lo siento cachorro — Katsuki susurro tratando de calmarse, Mido suspiro y sonrió volviendo a cerrar sus bonitos ojos verdes. Katsuki frunció el ceño, hace un momento el cachorro parecía que se soltaria a llorar.

Maldito manipulador. Pensó Katsuki con una sonrisa, pero la borro para volver a ver a su hijo quien ya había salido y le cerró la puerta en la cara. El Alfa gruñó arrugando la frente, eso no se quedaría así, subió las escaleras hacia su habitación en donde estaba Izuku saliendo del baño con Yamikumo en brazos.

Katsuki sonrió mirando lo cansado que estaba su esposo, aunque el tampoco estaba tan bien, eso les pasa por calientes.

— ¿Kacchan? ¿Pasa algo? — pregunto Izuku acercándose con el cachorro dormitando en brazos quien se removió un poco al persivir el olor de su padre. Katsuki recordó a lo que venia y frunció el ceño mientras resoplaba.

— ¡El Maldito- — la mirada cevera de su Omega lo hizo detenerse del grito y bajó su voz a un gruñido — El maldito de Azumi está con un extra ¿¡puedes creerlo!? — Izuku pestañeo mientras se sonrojaba y trataba de actuar normal mientras se acercaba al corral de los cachorros dejando a Yamikumo en este — ¿¡Lo sabias!?

Izuku suspiro volteando a ver a su marido alterado que intentaba callar sus ganas de gritar y reclamar a todo pulmón, le quito delicadamente a Mido de los brazos y también lo dejo dentro del corral junto a su hermanito. Enseguida los dos peliverdes se acurrucarron uno con el otro.

— ¿Y mi jugo Kacchan? — pregunto Izuku ignorando a su Alfa y recordando brevemente que Katsuki fue en busca de algo para él.

— Lo dejé en la cocina — farfullo Katsuki pero luego negó con la cabeza acercándose a Izuku mientras lo sugetaba de los hombros — No me cambies el tema Omega ¿¡Lo sabías y no me dijiste nada!?

— ¡Basta Kacchan! — se Sacudió las manos de Katsuki de ensima, estaba cansado, no había dormido bien las últimas noches y el escándalo de su marido no lo quería escuchar — Sabias que te pondrías así y no te dije nada, además, llevan una semana saliendo, no creo que sea algo serio — le resto importancia dirigiéndose hacia la cama para tomar una breve dormidita hasta que sus bebés despertarán.