One-shot Katsudeku

Especial De Halloween

Antes de tiempo por que si :v
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31 de octubre 1999.
12:00 a.m

La luna brillaba sobre el cielo en toda su redondez, alzándose con magestuosidad sobre el oscuro manto noctuctor.

Apenas ilumando el oscuro bosque que se extendía en toda la tierra.

Apenas unos retazos de luz que se escurrian entre las hojas de los árboles y las ramas, tratando de que algo más que sombras espeluznantes se vieran en el retorcido bosque oscuro.

Los ojos espeluznantes miraban desde dentro de los Troncos de los retorcidos árboles huecos, las arañas y insectos nocturnos chillando en esa noche.

Los pasos rápidos y erráticos hacían crujir las hojas a su paso, mientras la linterna que llevaba en su mano iluminaba todo a su paso intentando buscar una salida entre todo aquella oscuridad llena de árboles con formas grotescas y sombras espeluznantes, ojos brillantes y ruidos misteriosos.

Los ojos verdes cristalizados se movían con rapidez captando con rapidez el borroso camino por sus pasos torpes pero veloces.

La linterna se movían de una dirección a otra, su corazón martillaba fuertemente contra su pecho, no sabía cuanto tiempo llevaba corriendo, no cuantas horas llevaba allí dentro, solo tenía una cosa en mente.

Correr.

Tenía que correr, huir de allí, buscar la salida a ese aterrador bosque que parecía cerrarse a su alrededor.

No importaba cuanto exhalaba, no sentía el aire llegar a sus pulmones, sus piernas temblaban pero ni aún así se detuvo. Lo único que podía sentir era el olor a gasolina en todo su cuerpo quemandole la garganta.

Corriendo, saltando, esquivando hojas, rocas, ramas, raíces y todo lo que evitará que huyera de allí.

Podía ver el vaho salir de su boca mientras intentaba respirar por la boca, corría con toda sus fuerzas con las lágrimas corriendo por sus mejillas sintiendo la brisa fría chocar y quemar su rostro.

Lloraba lamentándose por sus amigos, jamás debieron entrar a ese bosque, todos se lo abvirtieron, pero fueron inmaduros y tontos.

Izuku los vio morir a cada uno frente a sus ojos de la forma más cruel y grotesca, los gritos desgarradores de dolor y las miradas pidiendo auxilio quedaron grabadas en su cerebro con fuego, aún sentía el aroma a carne quemada picar en su nariz al igual que el olor metálico de la sangre coagulada salpicar su rostro.

Por reflejo paso su mano por su mejilla en donde an sentía la mancha de sangre apesar que ya la había intentado quitar.

Se sostuvo con fuerza la sabana manchada que apenas y podía cubrir su cuerpo desnudo, sentía el ardor de sus heridas, de aquellas quemaduras que su captor había hecho a su cuerpo solo por mero placer, aquel psicópata piromano.

Sin poder evitarlo miro detrás de él y unos ojos azules brillaron a lo lejos mientras una sonrisa macabra se formaba en aquellas facciones, con terror y miedo el peliverde tenso su mandíbula no creyendo que no se había podido alejar ni un poco de su perseguidor.

¿Cómo era posible? Pensó con terror, aquel hombre parecía más bien divertido y ni siquiera parecía que se esforzara en correr lo suficiente para alcanzarlo, como si le estuviera dando ventaja. ¿Esto era un juego para él? ¿Acaso sabía que no podía escapar de él? No importaba aquellos cuestionamientos, seguiría corriendo.

No desaprovecharia la oportunidad que se lo fue dada para uir, lucharía con todas sus fuerzas para salir de ese bosque y volver a ver a su madre, para poder salir de aquella pesadilla vivida.