One-shot Katsudeku

20: El Barista

El cielo está cubierto por el manto oscuro de la noche y siendo la luna la única luz en esa inmensa oscuridad, dejándose ver en lo más alto del cielo. Iluminando lo poco que la ciudad de Tokio le dejaba alumbrar con sus luces artificiales en cada rincón.

Ese pequeño callejón era uno de los pocos lugares que la luz de la luna podía llegar y alumbrar lo suficiente como para ver la silueta de cierto Alfa. Sus pasos hacían eco en las paredes de ladrillo junto al chapoteo de uno que otro charco que pisaba esos zapatos de marca. El Alfa no le importaba mancharlos o ensuciarlos, al fin y al cabo tenía el dinero suficiente como para comprarse otros, sin contar la cantidad que tenía en su closet en casa.

Llevaba las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, mientras caminaba. A lo lejos una música se hacía presente, al saber que estaba cerca, decidió quitarse la estúpida corbata que le estorvava y casi no le dejaba respirar. Después de habersela sacado, la enroyo en su mano derecha para guardarla en el bolsillo del pantalón.

La música cada vez se escuchaba más fuerte y a lo lejos la luz de un letrero se hacía presente. El Alfa desabrocho los dos primeros botones de su camisa blanca sintiéndose mucho más cómodo. La luz del letrero alcanzó a iluminar el rostro del Alfa. El pelo en puntas de un rubio cenizo, sus cejas fruncidas y debajo de estas se apreciaban unos ojos afilados de un rojo vivaz que parecían dos piedras rubí brillando por el reflejo de la luz en ellos.

Este se detiene enfrente de la puerta roja, dirije sus rubíes hacia arriba donde el letrero de luces fluorescentes se presenta con el nombre "Tsume no ma"

Sonríe con algo de ironía. Cuando encontró el bar por coincidencia y leyó ese cartel, le parecio una reverenda mierda. El es Katsuki Bakugou el no cae por nadie, todos caen por el. lastima que ahora cada vez que lo ve, recuerda como fue atrapado "Entre las garras" de cierto Omega.

Sin esperar más, abre la puerta roja con un empujón, dejando que sus oídos se inunden con la música y sus ojos sean resivido por las escandalosas luces fluorescentes que cambian casi al ritmo de la música. Pasa su mirada rubí por el lugar repleto de gente mientras se adentra al bar.

Algunas personas sentadas en las mesas riendo, hablando, algunas Omegas sentadas en las piernas de Alfas o betas mientras beben. Otros comiéndose a besos en los rincones donde no llega las luces y ciertas personas que no tienen pudor y lo hacen en medio de la pista de baila mientras los demás los ignoran y siguen bailando.

El Alfa esquiva algunas Omegas que ya se interpusieron en su camino con otros intenciones. Las ignora sin piedad alguna, no tiene ningún interés en ninguna de esas "urgidas" que no pueden ver a ninguna cara bonita que tenga pene sin lanzarseles como depredadoras.

Resive una que otra queja por parte de esas Omegas, pero las ignora rodando los ojos completamente fastidiado por todo eso. Por fin llega a la barra donde se hace un espacio y se sienta en una de las sillas altas disponible allí, sus rubí recorren toda la barra esperando encontrar a su objetivo, lastima que solo mira a los dos barmans a cada esquina de la barra de bebidas.

Chasquea la lengua para luego apoyar su codo en la barra, haciendo un movimiento con la mano para llamar la atención de uno de los barman. Enseguida uno de ellos se acercó para ver que quería y viendo de quien se trataba, sonrió.

— Aún no a llegado. — informó, sabiendo a quien buscaba el Alfa.

— Whisky — Ordenó Katsuki. Ignorandolo, o al menos queriendo aparentar desinterés al hecho que él no halla llegado.

El barman obedeció sin dejar de sonreír. Ese Alfa ha venido todas las noches que este trabaja para ver lo a él y sólo a él.

Bakugou volvió a observar con desinterés el lugar, hasta que su mirada se detuvo en cierto grupo de personas que acaba de entrar. Chasqueo la lengua para volver su vista al frente encontrando su bebida en la barra. La tomó y bebió un sorbo.