One-shot Katsudeku

21: En Cubierto

El lugar era grande, brillante y encantador, la música clásica y definida rebotaba en la sala de aquella mansión rodeada de árboles.

Todos se paseaban por el lugar, charlando mientras veían y reían. Envueltos en trajes y vestidos, caros y finos con mascaras o antifaces para en cubrir su identidad.

No parecía que dentro de horas se estaría haciendo una subasta para comprar niños y jóvenes.

— ¿Cómo está todo por allá, Kacchan? — la voz de Izuku sonó por el intercomunicador que llevaba en la oreja mientras Katsuki se apoyaba en el barandal de la inmensa escalera "charlando" con otras personas.

— Como la mierda — contestó Katsuki colocando el vaso de Vodka sobre sus labios. La risa de Izuku revoto con gracia apesar que no era para Katsuki.

Los ojos rojos de Bakugou observaron desde lejos a Izuku detrás de la barra mientras servía bebidas,su cabello estaba peinado completamente haciendo que sólo el negro de sus raíces resaltara. El cenizo observó como Izuku sonreía al hombre enmascarado delante de él que parecía una especie de coqueteo.

Gruñó irritado, y llendose de dónde estaba se fue acercando a la barra para ahuyentar al bastardo que se atrevía a coquetear con su pareja.

— Más te vale que no te muevas, Bakugou. — la voz firme y monótona de Todoroki hizo detener a Katsuki mientras apretaba los puños, Shoto pasó por su lado con una bandeja con bocadillos y se lo extendió a Katsuki.

Shoto tenía el cabello revuelto haciendo que sus mechones rojos y blancos estuvieran en barios lugares casi haciendo que pareciera el mismo estilo de pelo que su hermana Fuyumi.

Los ojos cubiertos por el antifaz con mallas chocaron con la de Katsuki, quien irritado solo tomó uno de aquellos embutidos mientras Shoto desaparecía de su vista.

— Maldito bastardo — gruñó Katsuki llevándose a la boca el aperitivo enroyado de lonjas de jamón, quejo amarillo, trozo de queso blanco y aceituna.

— ¿Qué ocurrió Kacchan? — La voz tierna e inocente de Izuku lo hizo mirar su vaso de Vodka.

— ¿Te dije que te ves Malditamentes sexy con ese estúpido traje? — desvío el tema Katsuki mientras escondía el movimiento de sus labios en el borde del vaso.

Mientras tanto, Izuku servía bebidas sintiendo el calor subir por sus mejillas maquilladas para ocultar sus pecas.

— Ahora no Kacchan — refunfuño Izuku encogiendose de hombros.

— ¿Cómo quieres que no diga nada? Tu culo se ve más grande en esos putos pantalones. — ronroneo el cenizo dándole escalofríos al menor que podía sentir las vibraciones de la voz de Katsuki dentro de su oido.

— ¡Kacchan! — exclamó en un chillido el chico, se agachó mientras fingía buscar algo bajo la barra para hablar mejor — Deja de jugar, sabes que no podemos hacer nada mientras estamos en una misión — frunció las cejas el pelinegro sacando cualquier cosa de allí para levantarse y seguír con su "trabajo". — concéntrate.

— Estoy putamente concentrado.

— En la misión. — suspiro Izuku dándose le vuelta para observar a Katsuki detrás de la barra.

— Rellenala, bonito — ordenó Katsuki con una pequeña sonrisa en labios. Izuku apreto la bebida en su mano para luego entregársela a alguien y concentrarse en Bakugou. Izuku tomó una de las botellas y lleno el vaso donde aún el hielo en forma de alguna figura geométrica se movía. Katsuki se inclino sobre la barra un poco solo para que Izuku lo escuchara — también puedo rellenarte la boca en alguna habitación ¿Aceptas?

Izuku se sonrojo ante la proposición dando una mirada a Katsuki y luego detrás de él. Se inclino un poco para también susurrarle al rubio.

— Lo haría si Endeavor no estuviera detrás de ti y los demás no, nos estuvieran escuchando por los intercomunicadores.

— ¿En serio iban a coger?

— Bakugou no te lo creo.

— ¿Por qué lo interrumpieron? ¡Quería seguir escuchando!

— Esto es vergonzoso...

— Tengan la consideración de colocar una línea privada

Katsuki escucho las voces de sus compañeros quejarse y burlarse de él, mientras observaba de reojo a Endeavor no muy lejos de ellos, con el cabello tintado en negro, la máscara cubría sus ojos por completo pero pudo centirlo taladrarlo.

El rubio maldijo y volvió su vista a Izuku que sonreía.

— Sigue en pie mi oferta.