Eccedentesiasta: Persona que oculta su dolor a través de una sonrisa.
Jack—¡Pero es temprano, tío Jackie!
Desperté a Lucas, mi hermano me había dejado mi sobrino a mi cuidado, hoy no podía quedarme a tiempo completo con él, tengo problemas y apenas ayer fue que pude ayudar a mi hermano.
—Si no te levantas en cinco minutos te dejaré durmiendo, faltaras a la escuela y mi hermano y la profesora te van a regañar.
—Pero tío-
—Pero nada —saqué su mochila del closet, le puse el uniforme en la cama—. Si no te despiertas me iré solo y a mi nadie me va a reclamar por la pereza de un enano de nueve años.
Se dió la vuelta, sé que se iba a levantar, porque le programé una alarma para dentro de cinco minutos y sabe que si no se levanta lo dejaré durmiendo como pasó la semana antes pasada y la pasada. No estaba para caerle detrás a mi pequeño sobrino. Estoy empezando a sopesar que no estoy hecho para cuidar niños, pero siempre tengo que hacer un sacrificio y aunque no lo demostrara mucho amo a ese pequeño.
Le preparé la leche con cereal.
—¡Lucas, tienes el desayuno en la mesa! —grité sin esperar respuesta.
Me dí una ducha de cinco minutos solo para refrescar y terminar de despertarme. Lucas terminó todo rápido, echó sus libros, libretas y lapiceros en la mochila con gran velocidad como si fuera a llegar tarde. Le dí la lonchera, le puse la mano en la espalda y lo guíe afuera de la casa. Tomé las llaves de la casa y de la moto. Tenía mi auto pero me daba flojera tener que sacarlo del garaje.
—¿Por qué en la moto? Me gusta el auto.
—Porque aquí se hace lo que yo quiera. Si no quieres ir en la moto vas a pie —le puse el casco sin esperar el reproche. Lucas sabe lo imbécil que soy en ocasiones y aun así sigue queriendo venir a quedarse conmigo, que lo ayude en las tareas, entrar a escondidas a mi habitación cuando no puede dormir, en obligarme a que le de el baño cuando esta en edad para bañarse solo perfectamente.
El motor rugió, Lucas subió con una mueca.
—Le diré a papá.
—Tu papá sabe lo hijo de puta que soy, no pienses que vas a resolver algo así.
—Igual, yo se que me quieres, solo eres así.
No le llevé la contraria. Lo dejé en la entrada de la escuela.
—¡Nos vemos, tío Jackie! Te quiero —me lanzó un beso en el aire y aunque quise mantener una imagen seria terminé sonriendo. No me fui hasta que no lo vi entrar y juntarse con sus compañeros de curso. Para su edad Lucas es bastante sociable, yo a su edad solo tenia a mi sombra.
Compré un ramo de flores. Los días como hoy no trabajo, no estoy en casa, no hablo con los chicos, me gusta estar solo sin preocupar a los demás o contarles el peso de las cosas.
Amo la velocidad, con mi sobrino no podía ir tan rápido si no quería ganarme una rabieta y lágrimas, pero siempre les decía a Adam, Dan y Jin que si un día moría por esto supieran que no me duele tanto porque estaba haciendo algo que me gusta.
El tiempo está hermoso, cálido, en comparación a como estaba mi corazón. Quiero huir de todo, escapar. La mentira más común es "estoy bien", y después de aquel día también se había convertido en mi mentira. "Estoy bien", "ni siquiera pienso en ello", "todo está en el pasado", "ya pasó". Vivo a base de mentiras, pero no deseo que ellos se preocupen por mí más de lo que ya lo hacen. Tienen bastante con tener que lidiar con sus catastróficas vidas para tener que soportar la carga de mis problemas.
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Sol de Invierno
Teen FictionAunque todo esté perdido siempre habrá aquel rayito de luz que nos ilumine para saber tomar el camino correcto. ‹‹ Jamás te llamaría mi vida, tú eres mucho más que este desastre. ››