Kaimós: Sentimiento de tristeza, incapaz de satisfacerse.
DanielCreo que la interrogante que la mayor parte de los adolescentes le buscan desesperadamente una respuesta, a pesar de pensar que no es así, viene siendo ¨ ¿Qué es el amor? ¨. A veces, nosotros los adultos ni siquiera tenemos un concepto completo de que es aquello a lo que todos llamamos amor. Todos vemos y sentimos cosas diferentes que nos hacen saber que ese sentimiento se apodera de nuestra alma hasta que no quede nada más, y de repente sabes que te has enamorado.
Durante todos mis años con experiencias rodeado de jóvenes me he dado cuenta de que cada día que pasa el amor es visto como algo insignificante y no como lo hermoso y bello que es.
En el amor no puedes elegir sufrir, pasarla bien, llorar, reír, simplemente va a pasar, no vas a poder controlar lo que te pasa. No podrás complacer a nadie, ni siquiera a ti mismo. Nadie te va a avisar cuando te vas a enamorar, solo ocurre y un día te tocará experimentar el amor.
El amor es esto, una mezcla de tanto y de tan poco, demasiados sentimientos y sensaciones invadiéndote sin ser pedidos, sin querer sentirlos, pero lo cierto es que cuando llegan vienen a quedarse, a formar parte de ti. Es perderse y encontrarse, calmarse y asustarse, querer dar tanto y a veces dar tan poco. Amor es paz, desastre, lujuria; cientos de palabras unidas para dar paso a un solo querer.
Pocos podemos experimentar amar a la persona incorrecta, esa que en su momento se sentía como todo lo correcto, a quien dimos una parte de nosotros que nadie podrá tener, aquel fragmento de ti que cuando se vaya nunca vas a recuperar, porque cuando el amor duele y lastima, te rompe. Te hace pedazos y se lleva tus piezas, es ahí cuando tenemos que buscar las nuevas. Porque lo roto puede reconstruirse y tú siempre podrás ser una mejor versión de lo que fuiste antes.
La vida es incierta, todos intentamos construirla y se nos olvida un pequeño detalle; vivirla. ¿Qué sentido tendría estar vivo sin sentirlo realmente? ¿Poder expresar ¨estoy vivo¨ si no estás viviendo? Creemos poder controlar todo lo que nos puede pasar, pero las riendas que acapara son pequeños giros que debemos aceptar, tomar un camino y prepararnos para el futuro. Para el destino del que todos hablan.
---¿Haremos algo esta noche? ---Fue lo primero que soltó Adam cuando entró, junto con Jin, a mi despacho. Recogí todo queriendo irme pronto del lugar.
---No tengo una idea clara aún ---respondí siendo que los dos esperan una respuesta de mi parte---. Iré a casa ahora. Para cualquier cosa llamen, siempre disponible para cada locura.
---Ten cuidado ---ambos se despidieron.
Las calles de Salamanca me dan la bienvenida apenas salgo por las enormes puertas que indican la entrada a una de las universidades en el pueblo. Esta vez me tomo mi tiempo para observar el paisaje a mi alrededor, todo aquello de lo que no disfruto cuando solo centro mi atención en la carretera y el volante de mi coche. Abarrotadas se encuentran las grandes calles de carros y niños que salen corriendo de las dulcerías con algún dulce en mano. Entre las pequeñas plantas que rodean algunas casas, numerosos insectos encuentran su refugio, bajo aquellos techos los animales deciden que es buena opción pasar un largo aguacero. Paso por la panadería y desde la gran ventana de cristal que hay en la pared cerca de la puerta pude deleitarme la vista con los numerosos panes recién sacados del horno, aún humeantes y esponjosos. Raúl, el panadero, me saluda desde su estancia con un simple gesto de manos. Desde que me mudé he venido aquí a comprar panes casi todas las mañanas para preparar el desayuno. Devolví el gesto acompañado de una sonrisa que sentí más sincera de lo que pensé dar.
Este pueblo forma parte de mí, de lo que soy, de mis recuerdos, de mi vida. Si bien no es mi lugar de origen he pasado quince años, casi la mitad de mi vida viendo estas calles y personas, cada edificio, cada construcción, cada callejón, conozco cada esquina como la palma de mi mano y a la mayoría de las personas que deambulan alrededor de mi vecindad.
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Sol de Invierno
Genç KurguAunque todo esté perdido siempre habrá aquel rayito de luz que nos ilumine para saber tomar el camino correcto. ‹‹ Jamás te llamaría mi vida, tú eres mucho más que este desastre. ››