Gaman: Palabra japonesa que significa "actuar lo mejor que uno pueda en tiempo de adversidad y mantener el autocontrol y la disciplina".
MelissaUn grandioso regalo de cumpleaños... Marcos me sorprendió cuando me desperté y mamá nos hizo una tarta, un hermoso día para comentarles la decisión que había tomado respecto a irme que solo sirvió para desanimar un poco el día. Daniel ni siquiera se tomó las molestias de contactarme, no lo culpé, sigo justificandolo porque me niego a verlo como lo malo.
Marcos hizo todo lo posible por animarme y hablé con Adam cuando Marcos me lo puso al teléfono. Jin, Jack, Eva y Luisa también se pusieron en contacto conmigo e incluso David, el hermano de Daniel pasó un mensaje de felicitaciones, he de creer que todavía está demasiado agradecido por lo que hizo mi hermano por su madre y al no aceptar el dinero no sabe como pagarnos. Puede ser, también, que tengan buenos valores inculcados esa familia. No todo es el dinero siempre.
Agredecí que el día pasara rápidamente. Con pasos apresurados me encaminé a la oficina del director. Ya lo sé, es mi vida, mis decisiones.
Toqué la puerta y cuando escuché el—: Adelante —entré.
—Buenos días —respondí, educada.
—¿Has venido por lo que creo que has venido? —preguntó y asentí.
Tomé asiento frente a el y comencé a relatar todo—: Fue algo que pensé mucho, le pregunté a varias personas cercanas a mi que pensaban de la oportunidad a pesar de que ya había tomado una decisión y sí, la acepto.
Sonrió antes de levantarme y envolverme en un abrazo—. Me siento feliz por tí. Haz tomado una buena decisión, solo queda comenzar con todo el papeleo y a principios de Abril ya debes estar por los aires en vuelo a Londres.
Cuando salí de allí sentía un nudo en mi pecho. Me quedé un momento recostada en el muro de la universidad y de nuevo me convencí de que había sido mi mejor elección. Lo mejor era que cada uno siguiera su camino. Primera semana de Abril. Solo quedan dos semanas para eso. Me dirigí a la universidad de mi hermano. Tengo que hablar con él, necesito que me escuche. Solté un bufido al sentir el aire frío meterse por mi ropa. ¿Cómo le debo decir a Daniel sin sentir que lo estoy rompiendo?
—Daniel, tienes que saber que te amo pero me ofrecieron una beca fuera del país y la acepté ya que es una gran oportunidad para mí y es lo mejor para nosotros.
No, eso estaba sonando demasiado frío incluso para mí.
—Daniel, me he visto en la grandísima obligación de tener que aceptar una beca para estudiar en Londres medicina, solo por alrededor de dos años... Sabes que amo mi carrera.
¡Tampoco! Maldita sea eso sonaba demasiado esperanzador.
—Oye, Dan, resulta ser que soy una asesina serial y me han pillado la pista así que estaré viajando a Londres para esconderme, pero como se que nuestro amor es muy fuerte estoy segura de que nos volveremos a reencontrar en tres años más cuando todo este bien.
Si, claro, como si Daniel fuera a creeme eso.
Odio el desastre que me estoy convirtiendo ahora. Llamé a Jin y me hizo pasar, el guardia no me hubiese dejado y él me ayudo a poder comunicarme con mi hermano. Me quedé un rato hablando y contándole lo que quería decirle a Daniel. Ya él sabe mi decisión pero sigo dudando de ello como se duda de la cantidad de sal que hay que colocarle a los alimentos para que quede en el punto exacto.
Ví a Daniel más tarde, después de pasar por mi casa y ponerme unas prendas más cómodas. En estos pocos días que han pasado puedo creer que su ánimo ha subido pero eso es lo que él nos hace creer a todos con tal de no ir a terapias y nos dejemos de preocupar. Quiero pensar así.
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Sol de Invierno
Teen FictionAunque todo esté perdido siempre habrá aquel rayito de luz que nos ilumine para saber tomar el camino correcto. ‹‹ Jamás te llamaría mi vida, tú eres mucho más que este desastre. ››