Inmarcesible: Aquello que no se marchita.
DanielSalí de la universidad junto con Jin, nos despedimos en la salida cada uno yendo por su camino. Las cosas no cambian demasiado pero siempre existen cambios, eso es la vida.
Adam:
¿Dónde estás?Yo:
Voy a buscar a Adriana
al círculo.Adam:
¿Luego que vas a hacer?Yo:
Iré a casa de Jack.
¿Cómo que qué voy a hacer?
Are you crazy?Adam:
Si bueno, no tiene gracia.Adam:
Te espero aquí. Por favor,
no formes escándalo.Dejé el teléfono en el bolsillo de mis pantalones y esperé a que buscaran a Adriana. Corrió a mí con sus pequeñas piernas y me apresuré a recibirla para evitar que alguno de sus pies rellenitos y suaves le fallase y cayera al suelo. La alcé en brazos y acepté que me llenara la cara de besos. Tomé las cosas que me daba la niñera y agradecí sosteniendo a Adriana. Tuve que maniobrar para abrir la puerta del auto pasando la mochila de Adriana a la misma mano con que la sostenía y dejarla en el asiento trasero en la silla que ahora siempre tenía.
Llegué a casa de Jack en diez minutos. Increíblemente no estaba tatuando como la mayor parte del tiempo cuando vengo. Adriana bajó y saltó para que la tomase. La estoy mal acostumbrando pero no me importa, no ahora que está tan pequeña y vulnerable y dudo de que algún día llegue a molestarme.
Todos estaban en el patio trasero y dejé a Adriana en el suelo, la pequeña miró todo y yo solo pude quedarme estático, sintiendo como se me saca la garganta, como mi cuerpo se adormece por completo cuando ese par de ojos azules que tanto me costó superar vuelven a mirarme con la misma vivez que me miraron años atrás.
Miró a Adriana y pude ver un atabismo de sonrisa en sus labios. La niña corrió hacia su madre quien orgullosa la cargó.
—¡Mami, mami! —apenas pude captar.
—Daniel —Naya me llamó, sin saber la razón de mi estado congelado.
Adam me escribió que no formara escándalo. Ahora entiendo. Ellos se mantuvieron en contacto con ella en todo momento y yo no lo hice, ni siquiera pregunté, ahora está aquí, junto a Marcos, Jin, Jack, Adam, incluso junto a Naya.
Caminé a ella. Otra etapa que debo superar, otra nueva historia que tengo que comenzar a escribir.
—Hola —me extendió su mano. Su voz no cambia, es la misma. La tomé, tratando de mostrarme fuerte. Todos están a la expectativa.
—Hola —respondí. Adriana corrió a mis pies y me jaló de la camisa.
—¡Helado! —chistó y antes de tener que soportar ver a la mujer que una vez fue mi todo seguí a mi hija a la cocina de la casa de Jack.
Ignoré el galope constante de mi corazón, ignoré los nervios que surgieron, lo ignoré todo. Melissa ya no es quien para venir así como así y quitarme todo lo que me costó reconstruir aún así tenga que hacer una nueva historia en mi vida para ello.
Nunca imaginé llegar al final de dicha historia, a pesar de todo me motiva que pronto continuaremos en un segundo libro. Muchas gracias a todos los que me acompañaron en esta historia, significó mucho para mi y espero que les haya gustado como yo disfruté escribiéndola. Os quiero <3.
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Sol de Invierno
Teen FictionAunque todo esté perdido siempre habrá aquel rayito de luz que nos ilumine para saber tomar el camino correcto. ‹‹ Jamás te llamaría mi vida, tú eres mucho más que este desastre. ››