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Ale.

Al verlos hay parados todos con traje de baño provoca que se me seque la boca y es que creo, no estoy segura que mis hormonas se han alterado.

Pierre

Mierda verla con ese bikini me está matando nunca había visto a alguien tan guapa como mi Preciosa.

Me duele la polla

- Que hermosa mi Conejita – le dice Lando con voz ronca, lo que ocasiona que aparezca un lindo sonrojo en sus mejillas.

Quiero su culo igual o más rojo que sus mejillas.

Veo como traja saliva al vernos a todos con el mismo traje de baño y la polla sobresalta del traje.

Por lo visto mis hermanos andan igual que yo , su querido amigo esta igual de despierto. En pocas palabras tenemos una tienda de acampar.

Verla así solo me hace confirmar que amo cada curva de su cuerpo.

Mi Preciosa es de pechos pequeños pero estoy seguro que encajan a la perfección con nuestras manos, pero su culo mierda, su culo es grande y delicioso.

Ella no ha apartado la mirada de nosotros y puedo notar como por un momento su mirada va a nuestro traje de baño y como ya he dicho al ver nuestra tienda de acampar desvía la vista y disimuladamente se echa aire con su mano.

- Guapa ven siéntate –habla mi hermano y sonrió porque eso hace que evite que se sienta incomoda.

- Osita –la llama Carlo a la hora que se sentó en un camastro...

- ¿Si? – contesta mi Preciosa.

- ¿Quieres beber algo? Tenemos de todo así que tu dime –le dice parándose a lado del camastro logrando taparle el sol lo cual hace que ella quite su mano de la cara la cual impedía que el sol la deslumbrara.

- Se me antoja un vino – dice un poco tímida.

- Perfecto Osita ¿alguna preferencia?-dice mi hermano con una sonrisa.

- No bueno solo de preferencia tinto por favor –dice regresándole la sonrisa.

Pasan un par de minutos hasta que regresa Carlos con tres copas de vino una se la da a la bella dama y la otra de la da a Charles.

-Gracias –dice y posteriormente prueba el vino.

Una gota del vino se queda en su labio para posteriormente caer por su barbilla y luego pajar hasta uno de su pecho.

-Esta buenísimo –dice viendo a Carlos, mi preciosa le lanza un beso.

Mientras ella está distraída Carlos nos ve con superioridad.

Pero lo que él no sabe es que yo voy a acabar ganando.

- Preciosa quieres que te ponga protector solar – le dijo acercándome a donde esta ella.

Veo que lo duda y voltea a ver a mis hermanos.

- No queremos que luego andes toda rojita por el Sol – la animo.

Quiero que estés rojita por mis marcas.

- Bueno – la escucho decir en un susurro.

Comienzo con su carita le aplico un poco de más delineo cada parte de su bello rosto y dejo dos pequeños golpecitos en su nariz.

Pero que me ha hecho esta mujer.

Aplico más protector en su cuello y hombros .Quiero bajar más por lo cual le hago un gesto para saber si puedo continuar bajando ella suspira y me da un asentimiento.

Poliamor en NápolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora