Ale
Hoy me levante con un rico desayuno que me prepararon mis novios y al contrario de como dejaron la cocina cuando fuimos a la cabaña hoy en la mañana estaba rechinado de limpia.
Al terminar de desayunar nos fuimos a la escuela mientras que los mayores ósea Daniel, Carlos y Pierre se regresaron a casa a subir todas las cosas en los carros.
Cuando terminamos la escuela los ocho nos fimos en cuatro carros ya que la cantidad de cosas que llevamos no son pocos.
Antes de llegar al orfanato pasamos a comer.
Alrededor de las tres de la tarde ya nos encontrábamos en las puestas del orfanato. Los chicos estaban a mis contados mientras que Nikita me tomaba de la cintura .
Charles toco la puerta para que segundos después dos señoras de ya una edad considerable nos abrieron.
-Bienvenidos señores y señora Bianchi –hablaron las dos mujeres a la vez.
-Gracias –conteste yo.
Estaba a punto de decirle mi nombre, pero estaba muy ocupada intentando calmar mi sonrojo ya que el hecho de que me llamaran así me puso algo nerviosa.
Tu solo disfruta, Todos quisiéramos estar en tu posición.
¿Todos?
Pues claro.
A si ¿tú y cuantas más?
A veces eres tan despistada.
Ay bueno perdón.
Ignorando a mi conciencia y dejando me guiar por la mano en mi cintura sigo caminado hasta unas grandes puertas cafés las cuales para ser sincera no se ven muy seguras que digamos.
Las mismas mujeres que nos recibieron son las que se encargan de abrir esas puertas las cuales al ya son abiertas nos dejan ver a todos los niños los cuales están formados del más grande al más pequeño, todos están en posición de firmes y viendo hacia el suelo.
Esto no me agrada nada.
Estoy total mente de acuerdo contigo.
Las mujeres hablan haciendo que los niños levanten la vista, conecto mirada con algunos niños y en sus ojos no puedo ver ni una sola pisca de felicidad.
Al ver bien a los niños me percato de que uno todavía no levanta la vista así que me alego de mis chicos y camino tranquila hacia el pequeño .Al llegar con el, me bajo a su altura y el aun seguía sin querer verme así que con mi mano levanto su cabecita haciendo que por ende su mirada conecte con la mía puedo ver uno que otro rastro de una lagrima.
Extiendo mis brazos y por un segundo pienso que el pequeño me va a rechazar pero inmediatamente ese pensamiento se esfuma, al sentir al niño prenderse de mí, escucho sus sollozos lo que hace que se parta el alma.
Intento levantarme, me es un tanto difícil pero siento como me toman de los brazos y me ayuda a hacerlo con todo y el pequeño aun prendido de mi cuello.
Volteo a ver a quien me ayudo, el cual fue Lando .A las dos mujeres se le suman otras tres las cuales en este momento están hablando con George y Pierre.
Lando me guía hacia una silla en la cual me siento con el pequeño en mi regazo .Al ver que no se tranquiliza comienzo a pasarle una mano por la espalda y la otra por su carita .Mientras me meso de un lado para el otro.
No sé cuánto tiempo paso hasta que el llanto del pequeño seso .Mientras yo intentaba de consolar al pequeño mis chicos se encontraban jugando con los niños.
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Poliamor en Nápoles
RomanceAle decide tener un nuevo comienzo después que un hecho que la deja marcada viaja a Nápoles para viví con su abuelo y lo que ella no tiene encuenta es que se va a encontrar con los sexis hermanos Bianchi y el sexi primo Ferreira.