Poliamor en Nápoles

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Ale

Básicamente mañana se entrega el trabajo y Enzo no me a ayudo en lo más mínimo, cuando comentaba algo del trabajo se hacia el menso o me manda bien lejos.

A la mierda.

Por eso.

Di las cosas como son.

Bien.

Me mandaba a la mierda y solo me daba largas, no le dije nada a los chicos ya que quiero evitar problemas, todos estoy días me acuesto con ellos en la cama, y cuando ya todos están en su sueño más profundo, salgo y me pongo a hacer el trabajo.

No he dormido bien, las tareas, los desvelos, las salidas tarde de la uní .

Quiero llorar.

Hay amiga de verdad que tienes pésima suerte.

LO SE.

Bueno pero no me grites.

Cállate.

Está bien pues me calló.

Son las seis de la mañana, cuando por fin termine, con las ganas de dormir cierro mis ojitos solo un segundo.

Siento como me zarandean, a lo que yo gruño, apenas si cerré mis ojos ya me están molestando.

-¿Qué hace aquí? –escucho que pregunta alguien en un susurro.

-No lo sé –contesta otra voz igual.

-Hay que despertarla.

-Leoncita despierta – habla Daniel y me llena la cara de besos

Me quejo y solo volteo la cara .
A lo que vuelvo a recibir besos

-Leoncita vamos, arriba –escucho su vos animándome a despertar.

No quiero.
Quiero quedarme en mi cama y dormir por cinco días seguidos.

-Voy amor – finjo y le regalo una sonrisa.

Abro mis ojos después de un par de minutos en los que no paran las carisias y los besos.

Intento levantarme pero en su lugar Pierre me carga como princesa y comienza a caminar  hacia la habitación.

Mi novio me deja en él baño y antes de salir para darme privacidad deja un beso en mi frente.

Me doy una ducha fría, me coloco unos pantaloncillos cortos un suéter, que creo que es mío aunque sinceramente no me importa.

Levanto mis chinos aun mojados, y me coloco unos lentes de sol para ocultar mis ojeras.

Bajo las escaleras y voy hacia  la cocina, les doy un pico a cada uno de mis novios para luego terminar corriendo hacia mi abuelo y abrazarlo.

Todos desayunan menso yo, ya que lo único que quiero es dormir, nos despedimos de mi abuelo y subimos a nuestros respectivos autos.

Los chicos  en el camino me preguntan si estoy enojada a lo que yo niego y solo digo que estoy cansada. George me abraza y deja que descanse en su regazo.

Al llegar a la uní me despedí de Daniel, Carlos y Pierre.

Lando, Charles, Nikita y George me llevan hasta mi salón, me dan un beso y un fuerte abrazo, al entra al salón me siento en mi lugar y dejo caer mi cabeza en el pupitre.

-Que hermosa te vez – agrega burlona y yo gruño.

-Hice todo el maldito trabajo yo sola – le informo.