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Ale

A las siete treinta mi despertador comenzó a soñar .

Hoy no me costó despertarme y en cambio de cómo despertaba hace un par de años, hoy estoy muy emocionada por ver que me depara el día.

Al tomar mi teléfono veo mensajes de bien día en el chat que tengo con mis novios. Con una gran sonrisa me tomo una foto y la mando con un pie de página de Buenos días guapos.

No espero repuesta y me levanto para dirigirme al baño, donde tomo una ducha y al terminar cepillo mis dientes.

Mi outfit de hoy es un vestido negro con un estampado de flores rosas y blancas me coloco unos calcetines largos Nike y unos Sneakers blancos.

Ordeno mis chinos, me riso las pestañas, me aplico Lipgloss y tomo mi bolsa para bajar las escaleras. Justo a las ocho treinta.

Tengo el tiempo justo para desayunar, hablar con mi Abuelo y subir a volver a cepillarme los dientes.

Al llegar a la plata baja camino a la cocina donde encuentro a mi abuelo leyendo un libro y tomado una taza de café.

- Hola mi pequeña ¿cómo amaneciste?- me pregunta y antes de que conteste el deja su libro y me pone toda su atención.

- Bien abuelo-dijo dándole un beso.

- Me alegra mi niña –agrega al soltarme del abrazo que también le di.

- ¿Abuelo que vas a hacer el día viernes? -le pregunto.

- Nada pequeña ¿Por qué?-me responde pasándome un tazón de cereal y el envase de leche.

- Es que se me ocurrió una idea.- respondo con una sonrisa.

- NOOOO-grita.

- ¿Por qué no? –inquiero con el ceño fruncido

- Porque la última vez que se te ocurrió algo terminaste atorada en un columpio.

- OYE dijimos que jamás volveríamos a hablar de eso –lo señalo- Además no fue mi culpa.

- ¿A no? ¿entonces fue de la pobre ardillita?-inquiere con una sonrisa.

- Exacto fue de ella, yo le dije que no se acercara y no me hizo caso por lo cual termine dentro de eso tonta llanta –le respondo con obviedad.

- Pero ella solo quería que le dieras amor –me responde riendo.

- Si pero me dan miedo –le dijo casi gritando.

- Bueno dejando de lado a la ardillita.- dice dejándose de reír– cuéntame de que se trata – termina de hablar.

- Bueno quería invitar a Daniel, Lando, Charles, Pierre, Carlos, Nikita y a George a cenar – doy una sonrisa inocente.

- Yo prepararía la comida – hablo antes de que él pueda decir algo.

- No lo sé pequeña – me ve entrecerrando los ojos.

- Por favor, por favor – hago carita de cachorro y junto mus manos en señal se suplica.

Manipuladora.

Igual que tú.

Eso que ni qué.

- Si – insisto con sonrisa de angelito.

- Está bien – suelta un suspiro antes y se rinde.

Sumamente feliz corro hacia él lo abrazo y le lleno la cara de besos diciendo entre cada beso un gracias.

Poliamor en NápolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora