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Charles.

- Pierre despierta – grito tocando la puerta.

Escucho un gruñido y luego un grito de que ya va.

La señora Alfonsina que es quien nos ayuda a hacer la comida y mantener la casa limpia, nos preparó el desayuno, ya todos estamos solo falta Pierre. El cual llego demasiado tarde anoche.

Son las once de la mañana, y ya todos estábamos listos excepto Pierre. Ya que el antes menciona bajo, todos comenzamos a desayunar.

- ¿Quién va a ir por nuestros padres?-inquiere Nikita.

- Yo –contesta George.

- ¿A qué hora llega el avión? –pregunta Carlos.

- A las cuatro deberían estar recogiendo las maletas – dice Daniel.

- No me malinterpretes, pero me gusta que nuestros padres tomaran ya su retiro –dice Nikita.

- Si ya era tiempo, nunca nos dejaron independizar y bueno ahora, lo somos –digo a lo que el resto solo asiente.

Todos seguimos desayunando, luego llevamos lo que ocupados a la cocina, y cada uno sube a su habitación para cambiarnos e ir a nuestro gimnasio.

Veinte minutos después entro y veo ya a todos mis hermanos ahí, comienzo a correr unos 40 minutos para después levantar pesas.

Las canciones que suenan atreves de mis auriculares solo hacen que de más de mí, hago también espalda.

Y ya casi dos horas más tarde decido que es suficiente así que me largo y voy a mi habitación donde tomo una ducha para luego arreglarme.

Ya que me he cambiado tomo las llaves de mi auto y bajo para dirigirme a la cochera, no me encontré casi ninguno de los carros de mis hermanos, excepto por el de Lando.

Así que lo más seguros es que todos, estén afuera buscando cosas para mañana la Universidad o cosas que les faltan para su trabajo, por lo cual decido hacer lo mismo.

Arranco el carro y comienzo a recorrer las calles para ir hacia la tienda donde vendes todas las cosas para Arquitectura .

Me tardo una hora comprando todo, ya con las compras decido ir por un café.

- Me da un café negro –hablo a la chica que está atendiendo.

- En un momento Señor Bianchi –contesta la chica.

Sin contestar , me encamino hacia una mesa, tiempo después llega la misma chica, comienza a caminar moviendo sus caderas exageradamente y al dejar mi café en la mesa se inclina tanto que puedo ver sus senos.

Volteo los ojos ya que siempre es así .No hay lugar en el que valla o vallan mis hermanos que las mujeres dejen de ofrecerse así ante nosotros, ella al ver que no le pongo atención se da la vuelta y casi sale corriendo.

Comienzó a tomar mi café tranquilamente, mientras veo mis redes sociales, me llega un mensaje de Pierre y George, los cuales me preguntan ¿que en dónde estoy? por lo que solo basta con mandar mi ubicación, para que después de veinte minutos lleguen ambos.

Van piden su café y se sientan en la misma mesa e inmediatamente llegan sus pedidos.

- ¿Qué le pasa a esa chica? no deja de vernos –dice Pierre luego de unos segundos.

- Para ser médico eres muy lento a veces –digo riendo.

- Deja pienso, será porque sonamos los Bianchi, estamos extremadamente guapos y somos extremadamente ricos –dice con sarcasmo George.

Poliamor en NápolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora