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Ale

Son las ocho de la mañana .Me estoy alistando para la Universidad y para las compras que tengo que hacer.

Ya que ayer me lave el pelo, lo recojo y lo coloco en una gorra de baño, lavo mi cuerpo y me coló como mi shampoo y jabón con mi olor favorito.

Al salir voy a mi armario y escojo una licra blanca, unos skechers del mis color, escojo una playera blanca, con un estampado de arcoíris, recojo mis chinos en una coleta.

En mi tocador me rizo las pestañas, peino mis cejas y regreso al baño a lavarme los dientes, tomo mi bolsa, bajo las escaleras y al llegar a la cocina veo unos panqueques

Y una nota.

Buen día mi niña.

Tuve que ir a checar unas cosas de una sucursal de la editorial.

Te amo,  llego hoy en la noche.

P.D: suerte en la escuela tú puedes mi niña.

P.D 2: en la cochera hay una sorpresa.

Con amor tu abuelo.

Voy a la cochera y no me lo puedo creer hay un hermoso carro BMW blanco.

Le mano un mensaje agradeciéndole con todo mi corazón, y por cuestiones de tiempo, tuve que poner mi desayuno en un molde para poder llevarlo y comerlo después.

Aprendí a manejar a los quince, me enseño el hijo mayor de mi nana .Al no saber las calles, pongo el GPS, el cual después de unos casi veintiocho minutos estoy en el estacionamiento de la Uní.

Faltan cinco minutos para que empiece mi clase por lo que rápidamente, tomo mi bolsa y salgo del coche, corro hasta mi clase, al llegar me siento y saco mi desayuno y mi laptop, segundos después llegan Marta y el profesor.

-Hola amiga –la saludo.

-Hola hermana –responde ella –que rico ¿me das?-pregunta viendo mi desayuno.

-Claro –dijo extendiendo el molde.

(...)

Es la hora de hora del almuerzo, Martha y yo vamos a la cafetería.

-Hola –nos saluda Guido, quien nos alcanza antes de entra en la cafetería.

-Hola –saludamos ambas.

Guido nos abre la puerta, le doy una sonrisa en forma de agradecimiento y vamos a una mesa.

Saco mi laptop y comenzó a buscar las cosas que necesito.

-¿Quieres algo?-me pregunta Guido –voy a la fila.

-¿Me podrías traer una botella de agua sin gas y una papas? por favor –le pido.

-Claro ya vuelvo –dice parándose.

-Ten –lo llamo antes de que se valla, y le extiendo unos billetes.

-No seas boba –se va negando al dinero que le doy.

De un momento a otras cinco personas se sientan en la mesa.

Los cinco están enfrente de mí.

-Hola Mi vida –me saluda Nikita y el resto de los chicos, solo que con su apodo, que por lo visto no se les quito, a pesar de lo que les dije ayer.

-Hola chicos –saludo con una sonrisa.

-¿Qué haces Linda? –inquiere George.

-Estoy buscando unas cosas que quiero comprar –contesto.

Poliamor en NápolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora