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Ale

Estoy desnuda delante de Lando.

Impactada quede.

Bien voy a contar el cómo llegamos a esta situación.

Lando me despertó muy temprano y prácticamente me saco de los brazos de su hermano.

Apenas me alejo de Carlos, él se remueve buscándome a lo que Lando reacciona rápidamente y le pasa una almohada, la cual abraza como si su vida dependiera de ello.

Lando me dice que tengo 20 minutos para arreglarme ,no me dice a donde o que vamos a hacer ,así que me coloco la ropa interior que ayer lave mientras me duchaba, también tomo unos pantaloncillos cortos y una playera de los chicos.

Juro que para la otra que los chicos me hagan esto, y que no pasemos por ropa, los mato.

Pero, te quedaras sin novios.

No me importa, los mato.

¿De verdad?

Si.

¿Segura?

Bueno, tal vez exagere...un poco.

Al bajar las escaleras, veo a Lando el cual trae una cámara colgando de su cuello, y una mochila en uno de sus hombros.

Me extiende su mano la cual yo recibo encantada, salimos por la parte trasera y caminamos alrededor de 1 hora. Todavía no ha amanecido y yo traigo un carácter por no poder dormir un poco más.

Eres una dormilona.

Si soy ¿y que'?.

Nada...solo decía.

Todo mi mal humor se va, al ver la hermosa vista, el pasto está lleno flores de color morado, el cielo está de tonos rosas, amarillos y anaranjados.

Al ver eso me suelto de la mano de Lando y doy unos pasos más al frente, me sumerjo tanto en lo bonito que esta el paisaje, que inconscientemente comienzo a correré por todas las flores, sigo corriendo por un par de segundo, hasta que me volteo y veo a Lando el cual apunta la cámara directo a mí.

-Este paisajes esta mejor –dijo sonriendo.

-Lo dudo completamente Conejita-me dice guiñándome el ojo.

Después de tomarme unas fotos más, comienza a hacer fotos del paisaje y yo decido sentarme entre todas los flores.

Pasa un rato hasta que Lando termina de tomar fotos, para después sacar distintas cosas de la mochila, entre ellas pinturas de acrílico, botellas de agua, pinceles y no sé como pero saca un lienzo algo grande.

Su mochila es como la bolsa sin fondo de Hermione.

Confirmo conciencia.

- Conejita ¿te molestaría que te pinte? – inquiere acercándose a donde estoy.

- ¿Por qué me molestaría?- pregunto frunciendo mi entrecejo.

- Es que quiero pintarte desnuda – susurra lo último y me mira con ojos de cachorrito.

- No me mires así – le dijo ya con un sonrojo en mis mejillas.

- Por favor ¿sí?- insiste y a sus ojos le agrega un puchero hermoso.

Ya acepta.

Si acepto nada mas así, creerán que nada más porque me gustan voy a aceptar todo.

Poliamor en NápolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora