Secuestrada y Maltratada

Parte 1

-Corre, se darán cuenta que no estamos y nos buscaran.

- Lo se Aria, pero recuerda que tengo 3 meses de embarazo y no puedo hacer mucho esfuerzo y bien sabes que no quiero que le pase nada al bebe.

Nos encontramos huyendo de los seres que mas daño nos han hecho en toda nuestra vida, la cual no ha sido muy larga pero se siente como si ya estuviéramos en las ultimas; Sofia es la persona que sin ella saberlo me ha dado aliento en este tiempo de encierro, y aunque parece al revés pues soy yo la que la aliento a ser valiente, por dentro ella es la que me impulsa a seguir luchando por mi libertad y la de ella.

Llevamos al rededor de 30 minutos corriendo por las calles desoladas de Berlín, al parecer la casa donde nos encontrábamos estaba a las afueras de esta ciudad puesto que no encontramos nada alrededor y ni un solo vehículo a pasado por esta carretera. Logramos escapar gracias Tomas el prometió sacarme de ese lugar y lo cumplió, aunque Sofia no lo sabe; ella cree que logre dormirlo con somníferos, no quiero que le pase nada a Tomas y mucho menos a su familia por eso es mejor que nadie lo sepa. Llevo el dinero que logre robar mientras me encontraba cautiva y con el cual pienso empezar de cero junto a Sofia en lo que encuentro un trabajo y tratamos de superar todo lo que tuvimos que vivir.

Encontramos una gasolinera y llamamos a un taxi, no demoro en llegar y pedimos que nos llevara al aeropuerto; gracias a que Tomas nos dio un contacto para falsificar documentos en Suiza, ese será nuestro primer destino y con ayuda de los pasaportes que le logramos quitar a ellos podremos salir de este paìs.

Estamos caminando rumbo al avión con destino a Suiza  y hasta el momento no hemos a alguien buscándonos, gracias a Dios. Sofia se encuentra sentada al lado mío sobando su pequeño bulto de tan solo 3 meses y susurrándole cosas bonitas mientras el avión esta despegando y con ello se queda todo el dolor que vivimos en este hermoso paìs que una vez quise conocer pero  ahora aborrezco por todo lo que tuve que pasar y al cual espero nunca volver.

Mientras nos encontramos en las alturas llegan a mi mente hermosos recuerdos de mi infancia, adolescencia y parte de mi juventud; fueron tan bellos los momentos que compartí con mi familia, también recuerdo los malos ratos que pasamos pero que superamos juntos; me encantaba reír mientras regañaban a mis hermanas y las expresiones que ponían en su rostro para saber que en menos de un minuto todos nos encontrábamos riendo; limpio una lagrima que cae sobre mi mejilla al saber que no podre volver con ellas porque ya no están en esta vida.

Cierro mis ojos intentando descansar quisiera que todo fuera un sueño, un sueño horrible del cual quiero despertar ya,  y correr a los brazos de mi madre, esos brazos que con solo abrazarte  reconfortan tu alma y tu ser, los que te dicen todo va a estar bien sin salir una sola palabra de su boca o realizar algún sonido; poder correr libre con mi sobrina o simplemente soñar con terminar mi carrera; cuanto anhelo eso, pero al abrir mis ojos aterrizo a la realidad, una realidad llena de oscuridad y dolor, siento que perdí todo mi brillo pero debo seguir luchando esto no me va a ganar soy mas fuerte que todo lo que me rodea no solo por mi si no por Sofia, su bebe y mi familia.