Parte 7

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-Me llamo Martha, Me dice la señora mientras retira el algodón de mi rodilla y va empacando todo en el botiquín; - si necesitas algo no dudes en decírmelo; doy un breve asentamiento de cabeza sin mirarla, mientras siento como camina a la salida.

Una vez escucho como cierra la puerta y pone el seguro me paro como resorte de la cama, me subo el pantalón; no pienso quedarme en este lugar así que me asomo al balcón y reviso que tan alto esta y la verdad no es mucho pero si me tiro seguro me fracturo un pie; observo por donde puedo bajar y encuentro un tubo que esta pegado a la pared, sin pensarlo mucho empiezo a bajar por el llevándome algunos rasguños por delante pero no me importa solo quiero salir de aquí; estando en el suelo reviso que no hayan guardaespaldas en el lugar y al no ver nada corro como si no hubiera un mañana; la verdad jamás he corrido tanto en mi vida como lo he hecho intentando escapar de Axel.

Escucho como empiezan a gritar a lo lejos y al parecer ya se dieron cuenta que escape así que corro con mas fuerza, siento que mis pulmones respiran con mas dificultad pero no me importa, corro en medio de un bosque supongo ya que solo veo arboles cuando de repente choco con algo, o mas bien con alguien y caigo de culo conta el pasto, levanto mi mirada y me encuentro con un hombre joven pero lo que me genera terror es que lleva la misma ropa que los guardaespaldas de Axel; cuando lo veo hablar por un intercomunicador me doy cuenta que les esta diciendo que me encontró, lo único que viene a mi mente es que debo salir de aquí así que me levanto y trato de correr pero me coge del cabello con mucha fuerza que siento que me va a dejar calva, empieza a atrastrame por donde vine y a lo lejos empiezo a ver la mansión y mi piel se eriza con solo saber lo que me va a pasar y lo confirmo al ver la mirada de rabia de Axel; cuando el guardaespaldas me suelta escucho un golpe en seco y al levantar la mirada Axel le acaba de dar un fuerte puño en la cara al hombre que me traía a rastras del cabello

- No vuelvas a cogerla de esa manera, ella no es como esas mujerzuelas que tu tratas, y con eso Axel me coge del brazo y me arrastra dentro de la casa; estaba mentida en mis pensamientos sobre como Axel me defendió del sujeto cuando me doy cuenta que estamos bajando unas escaleras en vez de subirlas si es que íbamos al cuarto de el.

-A donde vamos? le pregunto con un tono de voz firme, no quero demostrarle que me ha empezado a dar miedo, solo me observa con una sonrisa sádica y vuelve su mirada; cuando siento que estamos llegando veo a donde estamos me paralizo del miedo y empiezo a forcejear con Axel, yo trataba de no avanzar mas pero el siendo mas fuerte que yo no lograba siquiera eso; El solo me tomo de mi cabello como el sujeto anterior y termino de bajarme arrastras y mis ojos empezaron a escudriñar el cuarto completo y cada vez me sentía mas aterrada, era como un cuarto de tortura; lo primero que vi y me alarmo al estar bajando las escaleras fueron unos azotes colgado en la parte del fondo de la pared y cuando ya llegue vi una mesa llena se cuchillos, dagas, martillos, destornilladores y mas cosas que no se como se llaman; en el centro del cuarto habían unas cadenas colgando del techo y una silla bajo estas cadenas; el tomo la silla y de una sola patada la quito del medio me tomo de las manos y las levanto, yo no iba a dejar que me pusiera eso en mis manos, así que empecé a tiara patadas en su dirección pude atinar muchas de ellas a su estomago y piernas, hasta que sentí que soltó una mano, pero tarde me di cuenta para que lo hizo; solo sentí como mi cabeza se fue para atrás del impacto te tubo; Axel me había dado un puño en toda la nariz que logro marearme y darle la oportunidad a el de colgarme en esas cadenas, pues su puño me había desestabilizado; sentía como bajaba algo por mi nariz sabia que era sangre pero no podía tocarme porque tenia mis manos atadas y me encontraba colgada en medio de esa habitación.

-SUELTAME MALDITO, ERES UN COBARDE, UN POCO HOMBRE HIJ...no pude terminar de decirle todo lo que pensaba en estos momento de el porque alguien bajaba con mucha rapidez; al mirar hacia ese lugar divise a Anton que tenia una cara de angustia y se acerco a su hermano.

-Axel ni se te ocurra; estaba atenta a la conversación que tenían los hermanos Muller.

- No te metas Anton, yo no me meto en tus asuntos,

-que te pasa hermano nosotros solo bajamos aquí con gente que se ha metido con nosotros o nuestra familia, ella no ha hecho nada.

-HE DICHO QUE NO TE METAS, ELLA ES MIA, ES MI PROBLEMA YO VERE COMO LA CORRIJO; TU METETE EN TUS ASUNTOS PARA QUE TU MUJER NO VAYA A HCER LO QUE LA MIA. Alex le decía todo esto gritando y apuntando su dedo en el pecho de Anton

-Axel no te atrevas ella te va a odiar en vez de amarte como tu quieres que lo haga

-JAJAJAJA, no pude evitar reírme del cometario de Anton y ellos voltearon como poseídos al escucharme,- Tu crees que yo voy a siquiera a querer a tu hermano?, le digo a Anton con un tono de gracia,- jajaja estas muy equivocado si crees que pondré mi mirada en un ser tan asqueroso como lo es Axel. Y creo que acabo de cagarla otra vez, yo y mi bocotá.

-Anton lárgate, Dijo Axel con un tono bastante amenazador que hizo que mi piel se erizara, Anton me miro con cara de lastima bajo la mirada y se fue por donde vino.

Axel tomo unas tijeras de la mesa y las acerco a mi cara; me desespere como nunca, sentía el frio metal pasar de mi mejilla a mi cuello, lo paso por mis senos, mis costillas y le dio vuelta hasta quedar en mi espalda, yo pataleaba para que me dejara, trataba de zafarme en vano de las cadenas que me tenían atada las manos

Quito las tijeras de mi cuerpo y empezó a tocar mi cabello, no podía ver nada porque estaba atrás de mi, me hizo un cola alta, tomo la tela de mi blusa y sentí el primer tijerazo; mi corazón empezó a palpitar de una forma desenfrenada, mis ojos empezaron a inundarse de esa agua que pronto se convertirían en esa lagrimas que recorrerán mis mejillas y para estas alturas no me importaba que me escucharan o que el me viera; mi mente no ayuda al imaginar una y mil cosas que podían pasarme, pero lo que mas de aterraba era saber que estaba a merced de el, y que podía hacer todo lo que el quisiera con migo, con mi cuerpo y yo no podría defenderme.


Secuestrada y MaltratadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora